Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, ha valorado positivamente los recientes progresos en el plan de paz liderado por el presidente estadounidense, Donald Trump, para la Franja de Gaza. Sin embargo, ha reiterado, ante la propuesta de establecer una junta de transición internacional, que el desarrollo político de este territorio debe fundamentarse en el respeto a las instituciones palestinas y en el acuerdo entre las distintas facciones.
“La soberanía sobre la Franja de Gaza pertenece al Estado de Palestina, y la conexión entre Cisjordania y la Franja de Gaza debe lograrse a través de las leyes y las instituciones gubernamentales palestinas, a través de un comité administrativo palestino y unas fuerzas de seguridad palestinas unificadas, en el marco de un sistema y una ley únicos, y con el apoyo árabe e internacional”, declaró Abbas en un comunicado emitido por la agencia oficial WAFA.
Trump lanzó un ultimátum recientemente, al que el grupo islamista palestino Hamás respondió comprometiéndose a liberar a todos los rehenes israelíes, aunque mostró su disposición a negociar aspectos clave de la propuesta americana sobre la retirada militar israelí y el futuro político de la región.
Hamás, que discute la posibilidad de formar un gobierno en Gaza con “tecnócratas independientes” palestinos, ha rechazado la idea de una «Junta de Paz» internacional liderada por Trump y otros líderes globales, incluido el ex primer ministro británico Tony Blair.
Para Abbas, lo prioritario es «un compromiso inmediato con un alto el fuego completo, la liberación de todos los rehenes y prisioneros, la entrega de ayuda humanitaria urgente a través de las organizaciones de las Naciones Unidas, garantizar que no haya desplazamientos ni anexiones y comenzar el proceso de reconstrucción».
Finalmente, Abbas ha instado a la comunidad internacional a obligar a Israel a cesar todas sus acciones unilaterales que infringen el derecho internacional, incluidas la expansión de asentamientos, el terrorismo por parte de los colonos, los ataques a lugares sagrados y la retención de fondos fiscales palestinos.