El conocido como Tratado de Alta Mar, formalmente denominado Tratado de la Biodiversidad Más Allá de la Jurisdicción Nacional, ha empezado a surtir efecto con la reciente adhesión de cuatro nuevos países, alcanzando así el umbral de 60 ratificaciones necesarias para su implementación. Esta última semana se han incorporado los documentos de ratificación de Sri Lanka, San Vincente y Las Granadinas, Sierra Leona y Marruecos ante la ONU, lo que permite que el tratado entre en vigencia dentro de 120 días, específicamente el 17 de enero de 2026.
“Este histórico momento es la culminación de años de dedicación y diplomacia global de gobiernos y partes interesadas”, subrayó Rebecca Hubbard, directora de la Alianza de Alta Mar. Hubbard enfatizó que el tratado es “un potente testimonio de multilateralismo que demuestra lo que el mundo puede lograr cuando se une por el bien común de nuestros océanos, que cubren más del 70 por ciento del planeta”.
El tratado, que amplía la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, introduce un marco legal reforzado para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad marina. Según la ONU, este acuerdo es crucial para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible y el Marco de Biodiversidad Global Kunming-Montreal.
Entre los aspectos más destacados del acuerdo se encuentran la creación de áreas protegidas marinas, la evaluación de impacto de las actividades económicas en el océano y las disposiciones para una cooperación internacional y transferencia tecnológica. Además, establece una base financiera y un mecanismo de resolución de disputas, y prevé la formación de una Conferencia de las Partes y otras entidades.
La primera Conferencia de las Partes se programará para finales de 2026, mientras se desarrollan los preparativos para esta reunión. “Lograr las 60 ratificaciones no es la meta, sino solo el principio de la carrera”, declaró Hubbard, haciendo un llamamiento a más países para que se sumen al tratado. Se espera que nuevas adhesiones se anuncien durante la próxima sesión de la Asamblea General de la ONU a partir del 22 de septiembre.