Tras la caída del régimen de Bashar al Assad en diciembre de 2024, el nuevo gobierno sirio ha logrado un acuerdo de cese al fuego con un grupo de yihadistas franceses, después de enfrentamientos ocurridos el miércoles en la provincia de Idlib, al noroeste del país. Este arreglo se produjo tras un ataque de las fuerzas de Damasco dirigido a estos combatientes.
Según informaciones de Syria TV, el pacto incluye también la eliminación del estado de emergencia en el área y la retirada de armamento pesado, además de requerir que los combatientes involucrados regresen a sus bases originales.
El convenio dicta que cualquier disputa futura deberá ser resuelta por el Ministerio de Justicia, incluyendo asuntos relacionados con Omar Diaby, líder de Firqat al Ghuraba y conocido como Omar Omsen o ‘Super Yihadista’. Adicionalmente, se mantendrá una presencia de seguridad en el campamento para asegurar la estabilidad de la zona.
La operación militar tenía como objetivo principal un campamento en Idlib, liderado por Diaby y compuesto principalmente por franceses. Mientras tanto, las nuevas autoridades sirias, ahora bajo la dirección de Ahmed al Shara, ex líder de Hayat Tahrir al Sham (HTS), buscan mejorar relaciones internacionales para facilitar la reconstrucción del país y la estabilización tras más de trece años de conflicto interno originado en la ‘Primavera Árabe’ de 2011.
Uno de los desafíos más significativos de esta transición es la integración de yihadistas y combatientes extranjeros, algunos de los cuales han sido incluidos en puestos de las nuevas autoridades y fuerzas de seguridad, en un contexto donde algunos países demandan la detención y extradición de estas figuras.