Este martes, la Fiscalía de Alemania formalizó acusaciones contra un hombre de origen afgano, presunto responsable de un grave atropello en febrero pasado, imputándole dos cargos de asesinato y 44 de intento de asesinato en Múnich.
«El acusado cometió el delito debido a motivaciones religiosas», indicó la Fiscalía en una declaración pública, detallando que el sujeto embistió «deliberadamente» a individuos seleccionados aleatoriamente «como reacción al sufrimiento de los musulmanes en países islámicos».
En el momento del incidente, el afgano, de 24 años, dirigía su vehículo contra manifestantes que exigían mejoras salariales en un evento de Ver.di, apenas diez días antes de las elecciones generales en Alemania.
Tras el incidente, una mujer de 37 años y su hija de dos años fallecieron a causa de las lesiones. Otros 44 afectados resultaron con heridas graves, en un suceso que la investigación atribuyó a una radicalización yihadista, aunque inicialmente no se encontraron pruebas de extremismo religioso ni conexiones del conductor con el Estado Islámico.
Una representante de la unidad de extremismo y terrorismo de la Fiscalía de Múnich compartió que el agresor exclamó «Allahu Akbar» y «Alá es el más grande» tras perpetrar el ataque en la calle Seidl.
El implicado había llegado a Alemania a finales de 2016 como refugiado menor no acompañado. Su solicitud de asilo se resolvió en 2020 con una notificación de rechazo y una orden de salida del país, no obstante, obtuvo un permiso de residencia en octubre de 2021 por parte de las autoridades de Múnich.















