El ejecutivo británico ha emitido una acusación el miércoles, señalando que un navío de espionaje ruso ha dirigido láseres hacia aviones británicos encargados de monitorear sus actividades, tras ingresar ilegalmente en las aguas territoriales británicas al norte de Escocia.
“Esta acción rusa es sumamente peligrosa y es la segunda vez este año que este buque, el Yantar, se despliega en aguas británicas”, declaró John Healey, ministro de Defensa británico, en una conferencia de prensa, advirtiendo a Moscú de que Londres está en alerta por si el buque “cambia de rumbo”.
El incidente se produjo mientras el Yantar, que había sido detectado previamente en enero en aguas del Reino Unido, era observado por una fragata y aviones P-8 de la Real Fuerza Aérea británica.
Healey destacó que es “la primera vez” que este buque espía ruso, dedicado a “labores de vigilancia en tiempos de paz y de sabotaje en tiempos de conflicto”, ha realizado una acción de este tipo contra la Real Fuerza Aérea.
El ministro también informó que ha instruido un cambio en las normativas de la Armada para permitir un seguimiento más exhaustivo del buque espía ruso, conocido por su capacidad de dañar infraestructuras críticas como oleoductos y cables submarinos.
Este anuncio se da tras la decisión del Gobierno británico de poner el portaaviones de la Marina Real, el ‘HMS Prince of Wales’, y sus cazas F-35 bajo el mando de la OTAN, con el propósito de “reforzar los lazos de seguridad europeos”.
