Este jueves, la ex primera ministra de Bangladesh, Seij Hasina, junto con otras figuras políticas y de seguridad, fue formalmente acusada de crímenes contra la humanidad. Estos cargos están relacionados con los acontecimientos que llevaron a la muerte de cientos durante las protestas de 2024, que culminaron con su destitución y exilio a India, donde actualmente reside.
El Tribunal sobre Crímenes Internacionales, que presentó los cargos, también incluyó en la acusación al exministro del Interior Asudazaman Jan Kamal y al exinspector de policía Chouduri Abdulá al Mamun. Este último, el único presente durante la sesión, se declaró ‘culpable’ y expresó que ‘declarará posteriormente en favor de la Fiscalía’, como informó ‘The Daily Star’.
La apertura del juicio está programada para el 3 de agosto, y tanto Hasina como Kamal serán juzgados en rebeldía por su ausencia en el tribunal. Un día antes de la apertura del juicio, la BBC reveló grabaciones atribuidas a Hasina ordenando la represión violenta de las protestas, que resultaron en aproximadamente 1.400 muertos, según la ONU.
En las grabaciones del 18 de julio de 2024, se escucha una voz que se presume es de Hasina dando órdenes de usar ‘armas letales’ contra los manifestantes y diciendo que ‘disparen allí donde los encuentren’. La ex primera ministra aún no ha comentado sobre la autenticidad de estos audios.
Adicionalmente, Hasina fue condenada a seis meses de cárcel el 2 de julio por desacato, relacionado con una conversación filtrada donde amenazaba a los denunciantes. Esta acusación fue presentada en abril por el fiscal jefe del tribunal, Tajul Islam, quien describió la conversación como un intento de intimidar a víctimas y testigos en los procesos judiciales abiertos tras las protestas, que surgieron en respuesta a un controvertido sistema de cuotas en el empleo público.