En Francia, ha sido acusada una ciudadana china por su implicación en el hurto de varios kilos de oro de las colecciones del Museo de Historia Natural de París, ocurrido en septiembre. La detención se produjo el 30 de septiembre en Barcelona tras una orden europea de arresto, y posteriormente fue extraditada por España.
La fiscal parisina, Laure Beccuau, ha comunicado que la acusada, nacida en China en 2001, enfrenta cargos desde el 13 de octubre por robo en banda organizada y asociación ilícita, encontrándose actualmente en prisión preventiva.
El incidente tuvo lugar el 16 de septiembre, cuando el personal de limpieza del museo observó escombros y un conservador “constató la desaparición de pepitas de oro habitualmente expuestas”, con un perjuicio económico “evaluados en 1,5 millones de euros”, de acuerdo con una nota de la Fiscalía de París en la plataforma X.
Entre el botín se incluyen pepitas de oro notables, como una originaria de Bolivia entregada en el siglo XVIII, y otras provenientes de los Urales, California y Australia, además de un fragmento de cuarzo con alto contenido de oro de Guyana de finales del siglo XIX.
La Fiscalía también ha mencionado que el robo implicó daños adicionales valorados en 50.000 euros y que el valor histórico y científico de las piezas es considerado ‘incalculable’. Además, las cámaras de seguridad registraron que el robo fue ejecutado por una sola persona en menos de tres horas.
“Las investigaciones telefónicas demostraron que esta persona había abandonado el territorio nacional el 16 de septiembre de 2025 y se disponía a regresar a China”, informó la fiscalía, añadiendo que en el momento de su captura, la sospechosa intentó deshacerse de casi un kilogramo de oro fundido.
La investigación sigue en curso, enfocada en analizar el oro recuperado y descubrir el destino de los objetos sustraídos y posibles cómplices. El Código Penal francés prevé penas de hasta 15 años de prisión por este tipo de delitos.