Los seguidores del grupo chií libanés Hezbolá han contravenido las directrices gubernamentales al mostrar proyecciones de Hasán Nasralá, el secretario general fallecido del grupo, y Hashem Safiedín, posible sucesor, en las conocidas Rocas de las Palomas en Beirut.
“Este comportamiento reprensible no nos distraerá de nuestra decisión de reconstruir un Estado basado en la ley y las instituciones; por el contrario, fortalece nuestra determinación de cumplir con este deber nacional”, declaró el primer ministro Nawaf Salam en una publicación en redes sociales.
Salam ha revelado que la autorización concedida a los manifestantes para conmemorar el aniversario de la muerte de ambos líderes en 2024 “estipulaba claramente que las Rocas de las Palomas no serían iluminadas ni por tierra, mar o aire”, y que “tampoco se emitirían imágenes luminosas sobre ellas”.
“Me he puesto en contacto con los ministros del Interior, de Justicia y de Defensa y les he pedido que adopten medidas adecuadas, incluyendo la detención de los autores y su remisión a investigación para que reciban su castigo de conformidad con las leyes”, ha indicado Salam.
Marwan Abud, gobernador de Beirut, había permitido una concentración de simpatizantes de Hezbolá, pero no un espectáculo de luz y sonido sobre las icónicas rocas. Wafiq Safa, jefe de la unidad de enlace del partido-milicia, estuvo presente en el acto.
Nasralá murió a finales de septiembre en un “bombardeo selectivo” del Ejército israelí en un barrio residencial de Beirut, donde se encontraban los cuarteles generales de Hezbolá. Su primo y posible sucesor, Safiedín, pereció en otro ataque israelí a principios de octubre.