Albares señala la ausencia de consenso en la UE sobre la oficialidad del catalán y critica la discriminación hacia España

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha declarado este lunes que España sigue trabajando para lograr el reconocimiento del catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales en la Unión Europea, a pesar de la falta de unanimidad entre los 27 Estados miembros y ha denunciado la ‘discriminación’ que supone para la identidad española que estas lenguas no sean oficiales en el bloque.

‘Esto tiene que poderse oficializar pronto. Esto es una discriminación hacia España y hacia nuestra identidad nacional. Hay Estados que en estos momentos tienen más de un idioma como un idioma oficial (…) ¿Por qué no podría España?’, expresó el ministro desde Bruselas en relación con la próxima reunión del Consejo de Asuntos Generales, donde España ha propuesto discutir este tema tras varios meses de negociaciones sin lograr aún el ‘sí’ de los 27.

Albares reconoció que aún falta lograr la unanimidad necesaria de los Estados miembros, aunque destacó el debate que se generará en el Consejo y el nuevo documento que el Gobierno ha presentado para detallar la financiación de esta medida.

‘El día 18 o lo conseguimos o avanzamos hacia conseguirlo, porque nadie podrá esconderse ya más detrás de supuestos aspectos que no conocen o que no están suficientemente detallados’, comentó, sugiriendo que aunque el viernes no sea el ‘día D’, eventualmente la iniciativa prosperará ‘porque todos los Estados comprenden que la posición de España es legítima y que la identidad nacional es plurilingüe’.

El ministro afirmó que, si dependiera de España, este reconocimiento ‘habría ocurrido ya hace mucho tiempo’ y reiteró que esta acción es un ‘camino irrenunciable e irreversible’ para el gobierno, ya que refleja la realidad plurilingüe del país.

El 18 de julio, los ministros de Asuntos Generales de la UE discutirán sobre el reconocimiento del catalán, gallego y euskera como lenguas oficiales, un tema que España ha elevado para su adopción pero que la presidencia actual, a cargo de Dinamarca, ha decidido comenzar como un debate sin decisión inmediata.

Según la agenda coordinada por los embajadores, el tema se presentará como ‘intercambio de puntos de vista’, a diferencia de lo ocurrido en mayo, cuando se planteó como punto ‘para adopción’ a instancias de España, que después retiró la petición ante la falta de apoyo necesario para la oficialidad, que requiere la unanimidad de los 27 para ser aprobada.

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