La alcaldesa de Washington critica la movilización de la Guardia Nacional por orden de Trump

Archivo - La alcaldesa de Washington D.C., Muriel BowserEuropa Press/Contacto/Andrew Leyden - Archivo

Este lunes, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ha expresado su preocupación y ha descrito como «inquietante» y «sin precedentes» la orden del presidente Donald Trump de movilizar la Guardia Nacional y federalizar la Policía de Washington D.C. Este esfuerzo busca «restablecer la ley, el orden y la seguridad públicas», aunque Bowser no se ha mostrado completamente sorprendida por la decisión.

«Aunque la medida tomada hoy es inquietante y sin precedentes, no puedo decir que, dada la retórica del pasado, nos haya sorprendido del todo», señaló Bowser durante una conferencia de prensa donde también defendió la «plena condición de estado para el Distrito de Columbia» frente a lo que considera un acceso «frágil» a la democracia.

Además, aseguró que la administración local trabajará en colaboración con el Gobierno federal «para que haga lo que debe hacer por nuestra ciudad, lo que incluye garantizar que contamos con los jueces que necesitamos, garantizar que todos los parques federales reciben apoyo, no solo en materia de aplicación de la ley, sino también con otras actividades limpias y seguras, y garantizar que nuestra economía cuenta con el apoyo de medidas federales racionales».

«Puedo decir a los residentes de D.C. (Distrito de Columbia) que seguiremos gestionando nuestro Gobierno de una manera que les haga sentir orgullosos. Equilibraremos nuestros presupuestos. Desplegaremos nuestros servicios. Nuestros hijos comenzarán las clases el 25 de agosto», añadió la alcaldesa.

Por otro lado, Trump ha proclamado una «emergencia criminal» en el distrito, acusando a la ciudad de ser «un santuario para los criminales» y describiéndola como llena de «bandas violentas y criminales sanguinarios, turbas errantes de jóvenes desenfrenados, drogadictos y personas sin hogar».

Esta acción ocurre mientras aún quedan en Los Ángeles 300 de los 5.000 soldados de la Guardia Nacional que la Administración Trump desplegó en junio pasado para contener las protestas contra sus políticas migratorias en la costa opuesta.

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