El Gobierno de Alemania ha expulsado a más de 80 afganos ‘con un historial de actividad criminal’ a su país de origen este viernes, marcando la segunda ocasión de este tipo de deportaciones desde que los talibanes tomaron el poder en Afganistán en agosto de 2021.
Desde el Ministerio del Interior, se ha comunicado que los 81 afganos fueron parte de ‘una operación colectiva de repatriación’. ‘Estos afganos estaban legalmente obligados a abandonar el país y tienen un historial de actividad criminal’, explicaron, sin ofrecer detalles adicionales.
El comunicado ministerial también resalta que esta acción es en cumplimiento de los acuerdos del gobierno de coalición, que ‘estipula que se llevarán a cabo deportaciones a Afganistán, empezando con criminales y aquellas personas consideradas como peligrosas’. El proceso contó con la ‘ayuda’ de Qatar.
Por su parte, Alexander Dobrindt, el ministro del Interior, destacó el éxito de la operación, indicando que ‘Estamos empezando así a aplicar otra parte del cambio de política en el acuerdo de coalición. Las deportaciones a Afganistán deben continuar siendo posibles de forma segura. No hay derecho a la residencia para criminales en nuestro país’.
Estas deportaciones coinciden con una reunión de Dobrindt con colegas de la Unión Europea para discutir un endurecimiento de las políticas de asilo. Según reportes de la agencia DPA, Alemania actualmente no posee relaciones diplomáticas formales con el régimen talibán y no reconoce su autoridad. A su vez, la ONU y varias ONG han expresado preocupación por las condiciones en Afganistán y los riesgos que las deportaciones pueden representar para los derechos humanos.