El Ejecutivo alemán ha respondido este viernes de forma “enérgicamente” crítica a varios pasajes de la nueva estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos, un documento en el que Washington lamenta la supuesta “falta de autoestima” de Europa y cita a Alemania como ejemplo de país con “expectativas irreales”. Berlín ha reivindicado la fortaleza de su orden constitucional y de su sistema mediático frente a las advertencias estadounidenses, subrayando que no precisa recomendaciones externas.
El encargado de fijar la postura del Gobierno ha sido el ministro de Exteriores, Johann Wadephul, que ha rechazado los fragmentos del informe norteamericano donde se dibuja un panorama sombrío para los derechos fundamentales en el continente europeo. Al mismo tiempo, ha recalcado que su país no requiere que “nadie tenga que dar(les) consejos” en materia de protección de la libertad de expresión, un derecho garantizado por la Ley Fundamental alemana.
Wadephul ha descrito a Alemania como un Estado que se siente orgulloso de disponer de unos “medios de comunicación libres” y ha insistido en que, pese a las conclusiones expuestas por la Casa Blanca, Estados Unidos sigue siendo su aliado de referencia en el seno de la OTAN.
Las declaraciones del jefe de la diplomacia alemana han tenido lugar en Berlín, durante un encuentro celebrado este viernes con su homóloga islandesa, Thorgerdur Katrín Gunnarsdóttir. Llegan después de que la administración del presidente estadounidense Donald Trump denunciase una erosión de la democracia y de la libertad de expresión en Europa en una reciente estrategia de seguridad nacional difundida por la Casa Blanca a última hora del jueves.
El texto de Washington sostiene que se está produciendo una merma de las libertades políticas en el continente europeo y reclama un cambio de rumbo estratégico para revertir esta dinámica. Además, detalla lo que considera fallos derivados de determinadas actuaciones de la Unión Europea y de otras instancias que, a su entender, “han socavado” la soberanía nacional, así como de políticas migratorias que “han transformado” el continente y alimentado tensiones internas. El documento alude igualmente a fenómenos como la censura, la represión de la oposición, la caída de la natalidad y la pérdida de identidades nacionales.
En lo referente a la invasión rusa de Ucrania, la Casa Blanca pone el foco en las diferencias de la Administración Trump con varios líderes europeos que, según el texto, mantienen expectativas “poco realistas” sobre el desenlace de la guerra —entre ellos Alemania— y reprocha a algunos gobiernos del bloque haber confiado en coaliciones débiles y haber “pisoteado” los principios democráticos con el fin de restringir a sus adversarios políticos.
