El huracán Erin continúa siendo una preocupación para la región este de Estados Unidos, especialmente en Carolina del Norte, donde existe el riesgo de intensas tormentas costeras aunque se anticipa que no alcanzará la costa directamente.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos ubicó el miércoles al huracán Erin a una distancia superior a 500 kilómetros del cabo Hatteras, en Carolina del Norte. Se mueve como un huracán de categoría dos, con vientos máximos que alcanzan los 175 kilómetros por hora.
Desde el CNH se espera que Erin siga constituyendo un peligro significativo para la región en los días venideros, recomendando una vigilancia rigurosa, especialmente en zonas costeras. «Es importante tomarse esta tormenta en serio», enfatizó el gobernador de Carolina del Norte, Josh Stein, durante una conferencia de prensa.
«Nadie debería estar en el mar», alertó Stein, de acuerdo con NBC News. Se ha procedido a evacuar ciertas áreas de los Bancos Externos, un grupo de islas frente a la costa de Carolina del Norte.
Anticipándose a los eventos futuros, el Centro de Huracanes pronostica que Erin podría intensificar su fuerza antes de modificar su trayectoria hacia el noroeste y distanciarse de la costa para adentrarse en el océano Atlántico.











