El Ministerio de Sanidad de Gaza, bajo la administración de Hamás, ha advertido este martes que los hospitales de la Franja podrían cerrar en breve debido a la falta de combustible. Este anuncio se produce en un contexto de intensa ofensiva por parte de Israel, que sigue a los ataques del 7 de octubre de 2023 y las restricciones impuestas en la entrega de ayuda.
“Quedan pocos días antes de que tengamos que cerrar los hospitales por falta de combustible”, señaló el Ministerio, destacando que la situación en los centros médicos que aún funcionan es extremadamente crítica. “Es probable que pronto veamos departamentos vitales detenerse, exacerbando la crisis sanitaria y poniendo en riesgo la vida de pacientes y heridos”, agregó.
En un comunicado difundido vía Telegram, el Ministerio reiteró su pedido a la comunidad internacional para que “intervenga y reponga los suministros de combustible a los hospitales y evite un desastre”. Mientras tanto, la ofensiva de Israel continúa, con el objetivo declarado de tomar control de Gaza.
“Los hospitales y los servicios de salud están al borde del colapso, y cualquier esfuerzo para salvarlos podría ser en vano debido a la destrucción sistemática llevada a cabo por el ejército israelí”, concluyó el comunicado.
Por otro lado, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha reiterado que Israel impide la entrega de ayuda. “Necesitamos que se levante la prohibición para poder entregar nuestros suministros”, declaró la organización, que también proporciona agua y refugio a los desplazados por la ofensiva militar. La UNRWA ha reportado que doce de sus instalaciones fueron atacadas entre el 11 y el 16 de septiembre, afectando a más de 11.000 desplazados palestinos.