La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha advertido sobre la inminente catástrofe humanitaria en Darfur Norte, en el oeste de Sudán, tras el incremento de desplazados a causa de los enfrentamientos. Este aumento ocurrió después de que las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) tomaran control en octubre de la capital regional, El Fasher, tras un asedio de aproximadamente un año y medio a las Fuerzas Armadas locales.
“La crisis en El Fasher es resultado directo de cerca de 18 meses de cerco que impidió que las familias obtuvieran comida, agua y atención médica”, indicó Amy Pope, directora general de la OIM. También destacó que “la inseguridad y la escasez de suministros implican que solo se llega a una fracción de aquellos en situación de necesidad”.
“Sin un acceso seguro y financiación urgente las operaciones humanitarias están en riesgo de suspenderse en el momento en el que las comunidades las necesitan más”, añadió Pope, en medio de informes sobre graves atrocidades cometidas por las RSF en El Fasher, incluyendo ejecuciones sumarias, secuestros y violaciones.
En las últimas dos semanas, los ataques de las RSF contra El Fasher han forzado a cerca de 90.000 personas a huir por rutas peligrosas, con escaso acceso a recursos básicos. Asimismo, decenas de miles permanecen atrapadas en la ciudad, que sufre un bloqueo comunicacional que complica conocer la situación actual.
La violencia también se ha extendido a otras áreas de Sudán, con alrededor de 39.000 desplazados desde el 26 de octubre hasta el 9 de noviembre debido a los conflictos en Kordofán Norte. La OIM ha reiterado el riesgo de colapso de las misiones humanitarias por la falta de suministros y seguridad, solicitando más financiación y garantías de protección.
El conflicto en Sudán, que derivó de discrepancias sobre la integración del grupo paramilitar en las Fuerzas Armadas, ha desencadenado una de las peores crisis humanitarias globales, exacerbada por la intervención de varios países y la propagación de enfermedades, dejando millones de desplazados y refugiados y dañando infraestructuras esenciales.
