Alerta sobre el peligroso estado de salud de Aung San Suu Kyi según su hijo

Archivo - Un manifestante sostiene un retrato de Aung San Suu Kyi durante una manifestación ante la Embajada de Birmania en Bangkok.Peerapon Boonyakiat/SOPA Images / DPA - Archivo

Kim Aris, hijo de Aung San Suu Kyi, ex líder ‘de facto’ de Birmania y laureada con el Premio Nobel de la Paz, ha expresado su preocupacin este viernes, señalando que su madre está ‘en grave peligro’ debido al deterioro de su salud, incluyendo ‘problemas de corazón’. Además, ha solicitado a la junta militar que gobierna el país tras el golpe de Estado de febrero de 2021, la liberación de su madre para que pueda obtener la necesaria atención médica.

‘La salud y la seguridad de mi madre están en grave peligro’, declaró Kim Aris en una publicación en Facebook. ‘Mi madre, Aung San Suu Kyi, de 80 años, enfrenta un deterioro en sus problemas cardíacos. Ha solicitado ver a un cardiólogo, pero se desconoce su ubicación exacta o si está recibiendo algún tipo de atención médica’, enfatizó.

Aris ha denunciado que ‘esto es cruel, un peligro para su vida y algo inaceptable’. ‘Debe ser liberada, al igual que todos los demás presos políticos en Birmania. No solo por su bien, sino por el futuro del país’, concluyó, refiriéndose a Birmania con su nombre colonial.

En abril de 2024, la junta comunicó el cambio de Suu Kyi y del expresidente Win Mint de la prisión al arresto domiciliario por razones de salud, aunque se han revelado pocos detalles sobre su estado actual o las complicaciones médicas que enfrenta. Ambos fueron detenidos durante el golpe militar del 1 de febrero de 2021.

El golpe militar buscó invalidar los resultados de las elecciones generales de noviembre de 2020, ganadas por la Liga Nacional para la Democracia (LND) de Suu Kyi. Desde el golpe, Suu Kyi ha sido condenada en múltiples casos por corrupción, en medio de alegaciones de irregularidades en los juicios.

La represión post-golpe ha resultado en más de 7.180 muertos y más de 29.600 detenciones, con más de 22.300 personas aún en custodia, según la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP), mientras que el país se sumerge en una guerra civil con la participación de varios grupos rebeldes.

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