Alexandre De Moraes descarta la amnistía para Bolsonaro: ‘No se pacifica un país con impunidad’

Alexandre De Moraes, juez del Tribunal Supremo de Brasil, reitera que la amnistía para Bolsonaro es inviable y critica la impunidad.

El juez brasileño Alexandre de Moraes, durante una entrevista para Europa Press.Jesús Hellín - Europa Press

El magistrado del Tribunal Supremo de Brasil, Alexandre de Moraes, ha subrayado que otorgar amnistía al exmandatario Jair Bolsonaro ‘no es posible’ y ha rechazado la idea de que el perdón contribuya a la pacificación nacional, en un contexto donde Brasil ha superado ‘sus peores momentos’ desde el término de la dictadura militar, gracias al robustecimiento de su Constitución y de sus entidades.

‘Las instituciones lo rechazaron, mantuvieron al presidente y al vicepresidente electos y responsabilizaron a todos aquellos que intentaron un golpe de Estado’, ha señalado De Moraes durante una entrevista concedida a Europa Press en Madrid este miércoles.

El juez ha recordado esos eventos como un ‘momento complicado’ y ‘el peor ataque’ a la democracia desde la aprobación de la Constitución de 1998, perpetrado por ‘un grupo político que se transformó en una verdadera organización criminal’.

‘Sin embargo, las instituciones demostraron su fortaleza y no tengo duda de que salieron más fortalecidas’, ha afirmado el juez, rechazando la posibilidad de amnistía para Bolsonaro, quien ha sido condenado a 27 años de cárcel por golpismo y recientemente ha solicitado la reducción de su pena, alegando violación de su derecho a la defensa.

‘No podemos confundir pacificación con impunidad’, ha argumentado De Moraes, comparando la propuesta de amnistía con los intentos de Neville Chamberlain de apaciguar a Adolf Hitler con los Acuerdos de Berlín antes de la II Guerra Mundial. ‘Eso acabó como acabó’, ha recordado.

‘Estamos hablando de una organización criminal que intentó atentar contra las instituciones, que intentó cerrar el Tribunal Superior Electoral, que programó el asesinato del presidente electo, del vicepresidente’, ha rememorado aludiendo a la operación ‘Puñal Verde Amarillo’, siendo él mismo uno de los objetivos.

‘No hay ninguna posibilidad de amnistía porque los crímenes contra la democracia, según la Constitución brasileña, los atentados contra el Estado democrático de derecho, son imprescriptibles y no es posible la amnistía’, ha concluido De Moraes, enfatizando: ‘Se pacifica el país aplicando la ley y haciendo prevalecer la democracia’.

De Moraes también ha destacado la independencia del Poder Judicial brasileño a pesar de las ‘presiones’ desde Estados Unidos, marcadas por la ‘información totalmente desvirtuada’ que aliados de Bolsonaro proporcionaron al presidente Donald Trump.

‘Puedo decir en nombre del Tribunal Supremo de Brasil que ninguna amenaza, coacción ni tipo de sanción interna o externa afectará la independencia y autonomía del Poder Judicial de Brasil’, ha enfatizado el magistrado.

La desinformación que llegó a la Casa Blanca ha quedado en evidencia con la reciente buena sintonía entre Trump y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tras meses de tensión diplomática, fomentada según una investigación que ha llevado a la detención domiciliaria de Bolsonaro, por el círculo del expresidente.

Esos acercamientos han permitido transmitir a Estados Unidos las ‘verdaderas informaciones’ sobre un ‘debido proceso legal con gran cantidad de pruebas’ que respaldaron la condena.

A pesar de todo, De Moraes ha asegurado que la Justicia brasileña ‘trabajó con total independencia y autonomía’. ‘Eso no alteró un milímetro el proceso legal en Brasil’, ha declarado el juez, quien confía en que este nuevo acercamiento entre Lula da Silva y Trump reconduzca la situación.

En lo personal, ha comentado que ser objetivo de la Administración Trump no ha supuesto un problema para él. ‘Desde hace cinco años vengo recibiendo amenazas, se acabó la privacidad’, ha lamentado. ‘Esas sanciones no influyeron mucho. Mi vida continúa y hago mi trabajo de la misma manera’, ha expresado.

De Moraes, que durante el fallido golpe de Estado también presidía el Tribunal Superior Electoral, ha destacado el auge de la desinformación como principal desafío para las elecciones de 2026, un fenómeno que, según él, se extiende a cualquier parte del mundo.

‘Algunos grupos extremistas, principalmente de extrema derecha, con gran capacidad, eso es innegable, saben cómo usar las redes sociales para difundir desinformación y con ello captar la voluntad del elector’, ha explicado el juez, que lidera un caso sobre las llamadas ‘milicias digitales’ que enturbiaron la campaña electoral de 2022.

Esa causa, que investiga amenazas, ataques verbales y desinformación contra las instituciones y el sistema electoral brasileño antes de las elecciones de 2022, fue parte de los argumentos de Donald Trump, incluso en la última Asamblea General de Naciones Unidas, donde habló de falta de libertad de expresión para justificar las sanciones contra el juez y contra el Estado.

‘Ese gran desafío en 2022 vuelve ahora a serlo en 2026. El mayor desafío de la justicia electoral brasileña es impedir que la voluntad del elector sea captada por informaciones falsas y con ello desvirtuar el proceso electoral’, ha señalado.

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