Volker Turk, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha expresado su condena este lunes ante las ‘atrocidades’ perpetradas por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), incluyendo ejecuciones sumarias, especialmente tras sus recientes conquistas en diversas zonas de Sudán, como la toma de El Fasher, capital de Darfur Norte, que ha estado bajo asedio durante dieciocho meses.
Turk ha enfatizado que las RSF ‘deben tomar medidas concretas urgentemente para poner fin y prevenir los abusos contra la población civil tanto en El Fasher como en Bara (Kordofán Norte), incluyendo la violencia por motivos étnicos y los ataques de represalia’, recordando que tienen la obligación bajo el Derecho Internacional Humanitario de asegurar la protección de los civiles.
‘En El Fasher, los informes iniciales muestran una situación extremadamente precaria desde que las RSF proclamaron el control (…). El riesgo de nuevas violaciones y atrocidades a gran escala por motivos étnicos en El Fasher crece cada día. Es imprescindible adoptar medidas urgentes y concretas para asegurar la protección de los civiles y el paso seguro de quienes buscan refugio’, ha declarado Turk.
La oficina de Turk ha sido informada sobre la ejecución de civiles que intentaban escapar, con signos de motivaciones étnicas, y de personas que ya no están involucradas en los conflictos. Algunos vídeos recibidos muestran a decenas de hombres desarmados siendo disparados o yaciendo muertos, rodeados por combatientes de las RSF que les acusan de ser partidarios del Ejército sudanés.
También se ha reportado la muerte de numerosos civiles, incluyendo a voluntarios humanitarios locales, durante los recientes bombardeos, advirtiendo de que ‘es difícil’ estimar la cantidad de víctimas civiles debido a la interrupción de las comunicaciones y el flujo de personas que intentan huir. Además, se han registrado ejecuciones de al menos cinco hombres que trataban de llevar alimentos a la ciudad, en un contexto de escasez de alimentos y precios elevados.
En Bara, ciudad de Kordofán Norte recientemente capturada tras una gran ofensiva, las RSF han ejecutado sumariamente a civiles acusados de apoyar a las Fuerzas Armadas.
Turk ha remarcado que el Derecho Internacional Humanitario prohíbe la violencia contra personas que ya no participan en las hostilidades y el uso del hambre como arma de guerra. Ha hecho un llamado a los Estados miembros con influencia para que tomen medidas para prevenir la comisión de atrocidades a gran escala y para que aumenten la presión para poner fin a este conflicto.
La guerra civil en Sudán se ha intensificado debido a discrepancias sobre la integración del grupo paramilitar en las Fuerzas Armadas, un proceso que se descarriló tras la transición iniciada con el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir y agravada por el golpe que desplazó al entonces primer ministro, Abdalá Hamdok.
Este conflicto ha llevado a Sudán a una de las mayores crisis humanitarias globales, con millones de desplazados y refugiados, y ha despertado la alarma internacional ante la posibilidad de la propagación de enfermedades y los daños a infraestructuras críticas, lo que dificulta la atención a cientos de miles de afectados.
