Amnistía Internacional ha expresado una firme condena hacia el ataque efectuado por los Estados Unidos contra una embarcación en el Caribe, la cual presuntamente llevaba drogas, afirmando que «sienta un peligroso precedente» dadas las «serias dudas» sobre la legalidad y el respeto a los Derechos Humanos vinculados a este incidente.
La entidad se ha declarado «profundamente alarmada» ante este evento, describiéndolo como «una clara violación del derecho a la vida». «El uso de la fuerza letal en este contexto no tiene ninguna justificación», enfatizó Daphne Eviatar, directora de Amnistía para Estados Unidos, mediante un comunicado.
Además, ha señalado que el Derecho Internacional solo permite el uso de la fuerza letal cuando es «completamente inevitable para proteger la vida» y no existan alternativas, asegurando que debe ser siempre «proporcionado».
Eviatar ha solicitado una investigación «rápida, completa, independiente, imparcial y transparente» sobre el suceso, instando directamente al gobierno de Donald Trump a cumplir con sus obligaciones internacionales en todo momento y situación.
El ataque resultó en la muerte de once personas y tuvo como blanco una nave que había partido de Venezuela, en la que viajaban, según informes oficiales de Washington, miembros del cártel del Tren de Aragua.
