Un total de 17 individuos perdieron la vida y más de 40 resultaron lesionados debido a un asalto nocturno realizado por las fuerzas rusas contra un centro penitenciario en la región de Zaporiyia, Ucrania.
Informes recientes del Ministerio de Justicia indican que el incidente se produjo treinta minutos antes de la medianoche en la prisión de Belenkivska, donde se emplearon bombas aéreas planeadoras, afectando parte de las instalaciones pero sin comprometer el perímetro, eliminando así el riesgo de evasiones.
«Este ataque demuestra una vez más una grave violación del Derecho Internacional Humanitario por parte de las Fuerzas Armadas rusas. El bombardeo de infraestructura civil, en particular de instituciones penitenciarias, se considera un crimen de guerra», comunicó el Ministerio de Justicia a través de Telegram.
Las bombas utilizadas son de corto alcance y dificultan la defensa aérea ucraniana, permitiendo a los aviones atacantes permanecer indetectados.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, condenó este acto, describiéndolo como «deliberado, intencional, no accidental» y criticó a Rusia por no desviar su objetivo, ya que en la prisión solo había «civiles». Además, lamentó los ataques recientes que en un día causaron 22 muertes y cerca de 85 heridos, en un contexto en que EE.UU. ha expresado su descontento con Vladimir Putin por no aceptar un cese al fuego.
«Todo esto demuestra que Moscú merece sanciones y presiones muy duras, verdaderamente dolorosas (…) Debe ser obligada a detener la matanza», enfatizó Zelenski, señalando que todos anhelan la paz «excepto Rusia».
OLA DE ATAQUE NOCTURNOS POR TODO UCRANIA
Adicionalmente, se reportaron al menos seis muertes y varios heridos más debido a estos ataques en áreas como Kamianske, Nikopol y Sinelnikove, en Dnipropetrovsk, y también en Járkov. Zelenski mencionó que 73 ciudades y pueblos fueron blancos en el último día, y destacó la creciente intensidad de estos asaltos que emplean centenares de proyectiles en una sola noche.
Ucrania sigue solicitando más apoyo en armamento, defensas aéreas y financiación para su industria militar, particularmente para el desarrollo de drones, cuya capacidad destructiva todavía es inferior a la de los fabricados en Rusia.