El número de víctimas mortales provocadas por el consumo de alcohol adulterado en la región de Leningrado, próxima a San Petersburgo, ha ascendido a aproximadamente 20, confirmaron las autoridades rusas el viernes.
Desde la cuenta oficial de Telegram del gobierno regional, se comunicó que “el Comité de Sanidad de Leningrado ha registrado en septiembre 19 muertes relacionadas con el consumo del alcohol en el distrito de Slantski”, incluyendo ocho casos a causa del “metanol”.
“Los informes iniciales sugieren que estas muertes están asociadas a la fabricación y comercialización ilegal de bebidas alcohólicas”, indicaron las autoridades, añadiendo que hay una persona más hospitalizada en estado crítico debido a “envenenamiento por metanol”.
Pocas horas antes, Irina Volk, portavoz del Ministerio del Interior de Rusia, confirmó la detención de un individuo en Gostisti acusado de “vender un líquido alcohólico” a terceros, lo que resultó en “siete muertes y tres hospitalizaciones”.
“Se están investigando las circunstancias del suceso”, declaró Volk. De confirmarse las acusaciones, el sospechoso podría enfrentarse a una condena de hasta cuatro años de prisión por causar la muerte por negligencia, un cargo común en estos incidentes.
Este tipo de eventos son relativamente habituales en Rusia, donde el alcohol adulterado suele ser una opción más económica frente a otras bebidas, facilitando a los traficantes la evasión de los canales de venta regulados y los impuestos del sector.