Este lunes, las autoridades cingalesas han reportado que las recientes inundaciones provocadas por el ciclón ‘Ditwah’ han dejado un saldo de 390 muertos, mientras que otras 352 personas continúan desaparecidas. Esta situación ha encendido las alarmas sobre un posible aumento en el número de víctimas fatales.
Desde el Centro de Gestión de Desastres de Sri Lanka (DMC), se ha comunicado que las labores de búsqueda y rescate no se detienen, extendiéndose ya por cuarto día. Sin embargo, muchas áreas aún son inaccesibles, complicando las operaciones.
Las áreas más golpeadas incluyen los distritos de Kandy, Nuwara Eliya y Bedulla, donde se han reportado numerosos deslizamientos de tierra. De estos, Kandy presenta la mayor cantidad de víctimas, con 88 fallecidos hasta el momento.
El domingo, un piloto de helicóptero murió en un accidente mientras participaba en las operaciones de rescate. Por otro lado, el presidente Anura Kumara Dissanayake ha declarado el estado de emergencia pública a nivel nacional para enfrentar uno de los ‘desastres naturales más desafiantes de la historia del país’.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha empezado a distribuir asistencia no alimentaria. Kristin Parco, jefa de la misión de la OIM en Sri Lanka, ha señalado que la isla no había experimentado una destrucción tan vasta en años, destacando que muchas comunidades están desplazadas y las familias se encuentran en refugios temporales y saturados.
Se estima que más de 1,1 millones de personas han sido afectadas por las inundaciones, con aproximadamente 209.000 desplazados. Además, se prevé que las lluvias persistan en las próximas horas, según el Departamento de Meteorología del Gobierno ceilandés.