La Flotilla de la Libertad, integrada por nueve embarcaciones y con destino a la Franja de Gaza desde hace aproximadamente una semana, ha reportado este miércoles que el Ejército de Israel abordó todos sus barcos en aguas internacionales. Entre los participantes de la iniciativa se encontraban siete españoles, apenas días después de que la Global Sumud Flotilla sufriera un asalto similar.
En un primer aviso, la flotilla denunció un “ataque e interceptación ilegal” a las 4.34 horas (hora local) contra tres de sus barcos —‘Gaza Sunbirds’, ‘Alaa al Najajr’ y ‘Anas al Sharif’, este último lleva el nombre del reconocido periodista asesinado en agosto junto a otros cuatro colegas de Al Yazira en un ataque de Israel— a 120 millas náuticas (unos 220 kilómetros) de las costas de Gaza.
A las 7.45 horas (hora local), el comunicado añadió que “el resto de los veleros de ‘Thousand Madleens’ y el barco ‘Conscience’ también fueron asaltados en aguas internacionales”, a una distancia similar de la costa de Gaza.
Los tripulantes, incluidos médicos, periodistas y funcionarios electos, fueron “secuestrados” por las fuerzas israelíes, quienes además se apoderaron de ayuda humanitaria valorada en más de 110.000 dólares (aproximadamente 94.720 euros) en “medicamentos, equipos respiratorios y suministros nutricionales destinados a los hospitales necesitados de Gaza”.
David Heap, del Comité Directivo de la Coalición de la Flotilla de Canadá y la Flotilla de la Libertad, expresó que “Israel no tiene autoridad legal para detener a voluntarios internacionales a bordo de estos barcos”. Afirmó que “Esta incautación viola descaradamente el Derecho Internacional y desafía las órdenes vinculantes de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que requieren un acceso humanitario sin obstáculos a Gaza”.
El Ministerio de Exteriores israelí declaró en X que “las embarcaciones y los pasajeros fueron trasladados a un puerto israelí”, agregando que todos los a bordo están en “buen estado de salud” y serán deportados “rápidamente”. También señaló que este fue “otro intento inútil de romper el bloqueo naval legal y entrar en una zona de combate que terminó sin resultados”.