Las autoridades militares de Corea del Sur han informado este viernes sobre el lanzamiento de un misil balístico de corto alcance por parte de Corea del Norte, tras las advertencias de Kim Jong Un de tomar represalias debido a las recientes sanciones impuestas por Estados Unidos a ciertos individuos y entidades relacionadas con Pyongyang.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur ha comunicado que el misil recorrió aproximadamente 700 kilómetros antes de caer en el mar de Japón, también llamado mar del Este. Según un comunicado difundido por Yonhap, la agencia de noticias surcoreana, el lanzamiento fue detectado cerca del condado de Daegwan, al noroeste de la provincia de Pyongyang, a las 12:35 horas locales (4:35 en la España peninsular y Baleares).
Además, han expresado que se mantienen en un estado de ‘plena’ alerta y vigilancia ante la posibilidad de más lanzamientos. Han mencionado también un intercambio de información con Estados Unidos y Japón. Sanae Takaichi, primera ministra japonesa, confirmó que el misil cayó ‘fuera de la zona económica exclusiva’ de Japón y ha instruido a las autoridades competentes a proporcionar la información necesaria para asegurar la seguridad de los ciudadanos, según reporta la agencia de noticias Kiodo.
En Corea del Sur, miembros de la Oficina de Seguridad Nacional, el Ejército y el Ministerio de Defensa han realizado una reunión de emergencia para evaluar la situación, tal y como ha reportado la Presidencia en un comunicado.
‘El Gobierno instó a Corea del Norte a cesar acciones que amenacen la paz en la península de Corea, señalando que el lanzamiento de un misil balístico viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas’, recalca el documento.
Hasta ahora, no ha habido comentarios por parte de las autoridades norcoreanas sobre este lanzamiento, que representa el sexto desde enero de 2025 y el segundo desde la toma de posesión del actual presidente surcoreano.
El jueves, Pyongyang había prometido responder adecuadamente a las sanciones anunciadas ese mismo día por el Departamento del Tesoro de EE. UU. contra ocho ciudadanos norcoreanos, incluidos dos banqueros, y dos entidades vinculadas a Pyongyang, acusados de delitos cibernéticos y blanqueo de capitales. Australia también ha implementado medidas similares.