Un devastador terremoto de magnitud 6,9 ha causado la muerte de aproximadamente 20 personas, entre ellas cinco niños, en la región de Bisayas Centrales, Filipinas. Este sismo, ocurrido el martes, ha afectado principalmente a esta zona central del país.
En la ciudad de San Remigio, el colapso del techo de un complejo deportivo durante un partido de baloncesto ha resultado en la muerte inicial de cinco personas, incluyendo tres miembros de la Guardia Costera de Filipinas y un trabajador de los servicios de emergencia. Actualmente, se continúa con la búsqueda de más víctimas entre los escombros. Además, en esta localidad, se ha recuperado el cuerpo de un niño de diez años atrapado por el desastre.
Posteriormente, las autoridades confirmaron otros 13 fallecidos en la ciudad de Bogo, sumando nueve adultos y cuatro niños a la trágica lista, según reportes de ABS-CBN.
El Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (Phivolcs) ha calificado el terremoto de intenso, especialmente en San Fernando y Cebú, con su centro a solo cinco kilómetros bajo la superficie y registrado alrededor de las 22:00 hora local. Situado en el mar, entre las islas de Cebú y Leyte, el fenómeno podría provocar un tsunami, amenazando a todo el archipiélago.
Ante el riesgo de tsunamis, se ha pedido a la población «estar alerta ante olas de tamaño inusual» y mantenerse alejados de playas y zonas costeras. En Iloílo, muchos han evacuado sus hogares por temor a derrumbes, mientras que en Cebú se han cancelado las clases como precaución.