El pasado miércoles, las autoridades francesas ordenaron la prisión preventiva de los individuos recientemente arrestados por sustraer ocho joyas del Museo del Louvre. Este proceder ocurrió después de que Laure Beccuau, fiscal de París, revelara que los implicados habían “admitido parcialmente su participación” en el delito cometido hace diez días, sin que hasta ahora se hayan recuperado las piezas robadas.
Tras las declaraciones de Beccuau, se formalizó la acusación contra dos sospechosos quienes fueron remitidos a prisión preventiva, confirmaron fuentes judiciales a Europa Press. En una entrevista previa, Beccuau había indicado que uno de los arrestados enfrentaba cargos por robo organizado y asociación ilícita, anticipando que el segundo sería acusado más adelante.
En una comparecencia vespertina, la fiscal anunció que había solicitado el encarcelamiento preventivo de los detenidos, tras haber estado bajo custodia por 96 horas. Ambos enfrentan una pena de hasta 15 años y una sanción económica por el primer delito, y hasta diez años por el segundo cargo.
Beccuau optó por no divulgar más detalles debido a que aún hay participantes del robo sin capturar, manteniendo la investigación en reserva. Reafirmó que el proceso sigue en curso con “muchos aspectos por investigar” y no descartó que el grupo criminal superase los cuatro individuos captados por las cámaras cerca del museo.
Las joyas continúan sin aparecer, “todavía no están en nuestro poder”, admitió Beccuau en una rueda de prensa, descartando también cualquier complicidad interna en el museo basado en las pruebas actuales. El asalto ocurrió un domingo poco después de la apertura del Louvre, lo que llevó al desalojo inmediato y al cierre temporal del museo.















