Al menos dos personas han perdido la vida y otras 15 han resultado heridas en un ataque registrado en la ciudad de Alepo, en el noroeste de Siria, en medio de acusaciones cruzadas entre las autoridades instauradas en el país tras la caída del régimen de Bashar al Assad y la milicia kurdo-árabe Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) sobre quién sería el responsable.
El Ministerio del Interior sirio ha precisado que las víctimas mortales son “un joven y su madre”, mientras que la mayoría de los heridos son mujeres y menores, de acuerdo con un comunicado difundido en su canal de Telegram. En la nota, el organismo ha detallado que los heridos han sido evacuados a varios centros sanitarios para recibir la atención médica oportuna.
Asimismo, la cartera de Interior ha denunciado que el Hospital Al Razi ha sido objeto de bombardeos dirigidos de forma deliberada mientras llegaban los heridos, al tiempo que el personal sanitario continúa prestando asistencia en un contexto de “la intensificación de las tensiones”.
Con anterioridad, el propio Ministerio había acusado a integrantes de las FDS desplegados en los barrios de mayoría kurda de Seij Maqsud y Ashrafiyé de haber “traicionado” a las fuerzas de seguridad internas situadas en los puestos de control conjuntos, contra las que habrían abierto fuego.
Las FDS rechazan las acusaciones de Damasco
En respuesta, las Fuerzas Democráticas Sirias han “negado categóricamente las acusaciones de las agencias de seguridad y militares afines al Gobierno de Damasco” que las señalan como autoras de ataques contra barrios de Alepo. La milicia sostiene que, conforme al acuerdo alcanzado en abril, ya traspasaron sus posiciones a las fuerzas de seguridad interna.
Según han señalado, “la responsabilidad recae en las facciones fragmentadas afines al Gobierno de Damasco, que han estado creando crisis deliberadamente durante los últimos cuatro meses asediando los barrios de Seij Maqsud y Ashrafiyé, y realizando reiteradas provocaciones y ataques contra la población civil, mientras que el Gobierno no ha tomado ninguna medida”.
En esta línea, han afirmado que, pese al acuerdo, el bombardeo de zonas residenciales que “está teniendo lugar hoy es consecuencia directa de las acciones de estas facciones, especialmente en el oeste y el norte de Alepo”, y han asegurado que “desde sus posiciones están lanzando cohetes con trayectorias militares claras hacia los barrios de la ciudad, con el objetivo de socavar la seguridad e incitar al malestar”.
“Estas facciones han intensificado todavía más sus ataques, desplegando tanques y artillería para bombardear los barrios (...), en una peligrosa escalada que amenaza la vida de los civiles y la estabilidad regional”, han añadido las milicias kurdo-árabes, al advertir de un deterioro de la seguridad en la zona.
La ONU reclama el fin de los combates
Desde Naciones Unidas, el portavoz de la Secretaría General, Stéphane Dujarric, ha indicado que ha tenido acceso a “informes muy preocupantes sobre el aumento de los enfrentamientos” entre las fuerzas de seguridad del Gobierno sirio y las FDS, y ha subrayado que es “importante que se silencien las armas y que las conversaciones continúen por el bien de todos los sirios, independientemente de su religión o etnia”.
Cuestionado por la prensa sobre estos choques armados, Dujarric ha recalcado la necesidad de que “todos retomen” las conversaciones celebradas a comienzos de año sobre la manera de integrar a todos los grupos armados de Siria dentro del marco nacional.
“Creo que la situación sobre el terreno es frágil en cuanto a la dinámica intercomunitaria”, ha apuntado el portavoz, tras recordar que en los meses previos se habían observado “indicios positivos del diálogo” entre Damasco y las FDS.
El presidente de transición sirio, Ahmed al Shara, firmó el pasado 10 de marzo un acuerdo con el comandante de las FDS, Mazlum Abdi, para incorporar las instituciones autónomas kurdo-árabes a la estructura del Estado sirio. No obstante, la implementación de dicho pacto se ha ido retrasando y ha desembocado en enfrentamientos esporádicos entre las partes.