Al menos dos personas han perdido la vida y otras ocho han resultado heridas en un ataque registrado en la ciudad de Alepo, en el noroeste de Siria, en medio de un cruce de acusaciones entre las autoridades instauradas tras la caída del régimen de Bashar al Assad y la milicia kurdo-árabe Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) sobre quién está detrás de la ofensiva.
El Ministerio de Sanidad sirio ha precisado que las víctimas mortales son “un joven y su madre”, mientras que entre los heridos figuran dos menores y dos integrantes de la Defensa Civil. En un comunicado difundido en su perfil de Facebook, el departamento ha señalado que todos los heridos han sido atendidos de urgencia y trasladados a distintos hospitales para recibir la atención médica necesaria.
El Ministerio ha subrayado además que “sigue con preocupación la situación en Alepo, dada la continuada escalada militar”, y ha denunciado que el bombardeo ha tenido como “objetivo las inmediaciones de centros médicos”, algo que considera “un acto reprensible y un delito condenado por la ley, la moral y la soberanía del Estado”.
En una comunicación previa, el Ministerio del Interior había acusado a miembros de las FDS desplegados en los barrios de Seij Maqsud y Ashrafiyé de haber “traicionado” a las fuerzas de seguridad internas situadas en los puestos de control conjuntos, contra las que habrían abierto fuego, según ha detallado a través de su canal oficial en Telegram.
Las Fuerzas Democráticas Sirias, por su parte, han “negado categóricamente las acusaciones de las agencias de seguridad y militares afines al Gobierno de Damasco” que sostienen que sus combatientes están atacando barrios de Alepo. La milicia ha recordado que, conforme al acuerdo alcanzado en abril, cedieron sus posiciones a las fuerzas de seguridad interna.
En este sentido, han recalcado que “la responsabilidad recae en las facciones fragmentadas afines al Gobierno de Damasco, que han estado creando crisis deliberadamente durante los últimos cuatro meses asediando los barrios de Seij Maqsud y Ashrafiyé, y realizando reiteradas provocaciones y ataques contra la población civil, mientras que el Gobierno no ha tomado ninguna medida”.
Las FDS sostienen que, pese a dicho acuerdo, el bombardeo contra zonas residenciales que “está teniendo lugar hoy es consecuencia directa de las acciones de estas facciones, especialmente en el oeste y el norte de Alepo”, y han asegurado que “desde sus posiciones están lanzando cohetes con trayectorias militares claras hacia los barrios de la ciudad, con el objetivo de socavar la seguridad e incitar al malestar”.
Según las milicias kurdo-árabes, “estas facciones han intensificado todavía más sus ataques, desplegando tanques y artillería para bombardear los barrios (...), en una peligrosa escalada que amenaza la vida de los civiles y la estabilidad regional”.
El actual presidente de transición sirio, Ahmed al Shara, firmó el pasado 10 de marzo un acuerdo con el comandante de las FDS, Mazlum Abdi, para avanzar en la integración de las instituciones autónomas kurdo-árabes en el Estado sirio. No obstante, la implementación de este pacto se ha ido posponiendo y ha desembocado en choques puntuales sobre el terreno.