Este lunes, los representantes comerciales de la Administración Trump, Howard Lutnick y Jamieson Greer, han expresado en Bruselas su petición a la Comisión Europea y a los Veintisiete de suavizar las regulaciones europeas sobre servicios y mercados digitales. Argumentan que estas normativas afectan desproporcionadamente a las grandes tecnológicas estadounidenses. En el mismo acto, han rechazado la posibilidad de reducir los aranceles al acero y al aluminio hasta que la UE acceda a modificar su legislación en este ámbito.
“Lo que espero con respecto al sector digital es que la Unión Europea tenga en cuenta nuestro asesoramiento y orientación, resuelva algunos de los casos pendientes y cree un marco con el que nos sintamos cómodos. Una vez se establezca ese marco con el que nos sintamos cómodos y entendamos y se resuelvan los casos pendientes, creo que podremos abordar el acero y el aluminio”, ha declarado Lutnick, secretario de Comercio de EE.UU., durante una rueda de prensa en Bruselas junto a Jamieson Greer, representante comercial de EE.UU., y Maros Sefcovic, comisario de Comercio de la UE.
Lutnick y Greer han llegado el domingo a la capital europea y han mantenido encuentros con altos cargos de la Comisión, incluyendo a Henna Virkkunen, vicepresidenta del Ejecutivo comunitario encargada de Seguridad Tecnológica, y Andrius Kubilis, comisario de Defensa y Espacio. Además, los ministros de Comercio de la UE les han invitado a un almuerzo informal para discutir sobre las relaciones bilaterales y la problemática de la sobreproducción de acero por parte de China.
En este contexto, los funcionarios estadounidenses han enfatizado la necesidad de “avances reales” y han calificado el encuentro como “histórico”, destacando la naturaleza “constructiva y franca” de las conversaciones sobre desafíos e intereses mutuos.
Por otro lado, Sefcovic ha aclarado que la reunión no era una negociación formal, sino una oportunidad para evaluar el estado actual de las relaciones y verificar el cumplimiento del acuerdo alcanzado el pasado verano. En cuanto a la regulación europea para servicios digitales, ha reiterado que no es “discriminatoria” y que no busca perjudicar a las empresas estadounidenses, comprometiéndose a mejorar la comunicación sobre cómo funciona esta legislación.
Finalmente, tanto Lutnick como Greer han expresado que, una vez resueltos los temas pendientes, están dispuestos a presentar una nueva propuesta de aranceles reducidos que se ajuste a un “modelo que funcione bien para la Unión Europea” y solucione las divergencias de forma “positiva”. Greer, por su parte, ha subrayado que aún existen “preocupaciones significativas” respecto a la legislación digital europea, destacando los desafíos que enfrentan las empresas estadounidenses para cumplir con estas normas. El equipo negociador de la UE tiene previsto viajar a Washington en las próximas semanas para continuar con las conversaciones.










