Ampliación | EEUU expresa su satisfacción por la respuesta libanesa al plan de desarme de Hezbolá

El enviado especial estadounidense para Siria, Thomas BarrackEuropa Press/Contacto/Marwan Naamani

El representante especial de Estados Unidos para Siria, Thomas Barrack, ha manifestado su satisfacción este lunes por la reacción del gobierno de Líbano frente a la iniciativa de desarme de Hezbolá propuesta por Washington.

Reuniones y Declaraciones

Barrack destacó el diálogo constructivo tras un encuentro con el presidente libanés, Joseph Aoun, en el Palacio de Baabda, Beirut, calificándolo de ‘fructífero y satisfactorio’.

‘Agradecemos el tono equilibrado en respuesta a nuestra solicitud’, enfatizó Barrack, quien aseguró que la administración de Trump está decidida a ‘respetar Líbano’ y ‘desea contribuir a su prosperidad’. Asimismo, mencionó que Estados Unidos no impondrá un plazo fijo para el desarme, sino que apoyará al gobierno libanés en las decisiones que adopte al respecto.

‘Estoy seguro de que Israel quiere la paz con Líbano, pero cómo lograrla es un desafío’, señaló Barrack, añadiendo que ‘existe una oportunidad’ para que ‘la región avance’ hacia una mayor estabilidad.

Posteriormente, Barrack se reunió con el primer ministro libanés, Nawaf Salam, quien indicó que ‘no existe una troika’ en esta materia, sino un ‘intercambio y comunicación’ entre las partes. ‘El documento de Barrack contiene disposiciones para detener las hostilidades y confinar las armas, empezando por el sur’, afirmó Salam.

Barrack también sostuvo un diálogo con Nabih Berri, presidente del Parlamento de Líbano, en presencia de la embajadora de Estados Unidos en Líbano, Lisa Johnson, según informó la agencia estatal de noticias de Líbano, NNA.

Originalmente, Barrack había establecido como fecha límite el próximo mes de noviembre para que Hezbolá, alineado con Irán, complete su desarme. Su visita a Líbano ocurre después de que el secretario general de Hezbolá, Naim Qassem, rechazara el domingo la ‘hoja de ruta’ propuesta por Washington.

La propuesta, que cuenta con el apoyo de Aoun, plantea que el control de todas las armas debe estar en manos del Estado y sostiene que el Ejército libanés es la única entidad capaz de defender al país. Las negociaciones sobre el desarme se llevan a cabo en un contexto de un frágil alto el fuego entre Hezbolá e Israel.

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