La cifra de fallecidos por el terremoto de magnitud 6,3 en la escala de Richter, que sacudió la región norte de Afganistán en horas de la madrugada del pasado lunes, ha ascendido a 19, mientras que los heridos ya suman 320, de acuerdo con datos proporcionados por la Media Luna Roja de Afganistán.
Desde su perfil en la red social X, la entidad describió el terremoto como “devastador”, señalando que tuvo su epicentro en la provincia de Balj y causó “grandes pérdidas humanas y severas pérdidas financieras” en las provincias de Samangán y Balj.
«Los equipos de la Sociedad de la Media Luna Roja de Afganistán han llegado a las zonas afectadas y están llevando a cabo esfuerzos de emergencia», indicaron, añadiendo que los datos actuales son preliminares y «es probable que aumente».
Zabehulá Muyahid, portavoz de los talibanes y viceministro de Información de Afganistán, mencionó que el sismo también impactó la provincia de Baghlan, provocando «víctimas y destrucción». «Rezamos por el paraíso para los mártires y para que los heridos puedan recuperarse», expresó.
Por otro lado, afirmó que las autoridades están «totalmente implicadas en las zonas afectadas y garantizando que toda la ayuda necesaria llega a quienes la necesitan», además de confirmar la movilización de efectivos militares para asistir a la población y realizar labores de rescate.
La Autoridad Nacional de Gestión de Desastres, por su parte, ha coordinado con los gobernadores de distrito de las provincias afectadas para «garantizar la llegada oportuna de los equipos de rescate y la asistencia necesaria».
El Servicio Geológico de Estados Unidos confirmó que la magnitud del seísmo fue de 6,3 y se registró alrededor de la 1:00 hora local, con el hipocentro a 28 kilómetros de profundidad y el epicentro a 22,5 kilómetros de Julm, una localidad con aproximadamente 65.000 residentes.
Recordatorio del último desastre, el 31 de agosto, cuando más de mil personas perdieron la vida en un terremoto de magnitud 6 en el este del país, según informó la Media Luna Roja de Afganistán, con la provincia de Kunar siendo la más afectada aunque el epicentro fue cerca de la capital de Nangarhar, Jalalabad.















