La tragedia ocasionada por el sismo de magnitud 6 en la escala de Richter que azotó el este de Afganistán el pasado domingo ha dejado un saldo de más de 800 fallecidos y aproximadamente 2.500 lesionados, según confirman las autoridades impuestas por los talibán tras tomar el poder en agosto de 2021.
La cuenta oficial en la red social X del Centro de Información y Medios del Gobierno afgano ha reportado que la provincia de Kunar es la más golpeada por el desastre, registrando 800 muertes y 2.500 heridos, además de reportar doce fallecidos y 255 heridos en Nangarhar, 58 lesionados en Laghman y cuatro en Nuristán.
«Un comité especial» ha sido establecido bajo la dirección del primer ministro Mohammad Hasán Ajund para gestionar la crisis. El Gobierno ha anunciado también que ya se están distribuyendo fondos para la catástrofe y han proporcionado varios números de teléfono para organizar la ayuda.
El ente gubernamental destacó que los ministerios del Interior, Defensa y Sanidad están coordinando esfuerzos para «evacuar a los mártires, trasladar a los heridos, entregar alimentos y suministros médicos» en las áreas afectadas. Desde Nangarhar se han realizado 40 vuelos para evacuar a «cientos» de víctimas.
El viceministro de Información y portavoz talibán, Zabihulá Muyahid, hizo especial énfasis en la colaboración entre autoridades y residentes en tareas de rescate, y prometió usar «todos los medios disponibles para salvar vidas» ante la posibilidad de que el número de víctimas aumente.
Adicionalmente, el Gobierno expresó su «gran tristeza» por el evento y pidió a los ciudadanos colaborar en proporcionar refugio, comida y ropa a las familias damnificadas. «Que Dios proteja a los musulmanes de estos desastres e incidentes en el futuro», concluyó el comunicado.
Informes de la agencia Jaama Press indican que muchas viviendas, construidas en su mayoría de piedra y adobe, fueron destruidas en Kunar y Nangarhar. La ONU también ha expresado su «profunda tristeza» por el sismo y ha desplegado equipos para proporcionar asistencia de emergencia y apoyo vital a las comunidades afectadas.
El sismo tuvo su epicentro a 42 kilómetros de Jalalabad, capital de Nangarhar, con una profundidad de ocho kilómetros, según datos del USGC. En Pakistán, se sintieron fuertes temblores, pero no se reportaron víctimas ni daños significativos, de acuerdo con Geo TV.