España, junto con Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Islandia, Irlanda, Japón, Malta, Países Bajos, Noruega y Reino Unido, ha denunciado este miércoles la decisión del gabinete de seguridad de Israel de dar luz verde a 19 nuevos asentamientos en la Cisjordania ocupada, según ha detallado el Ministerio de Asuntos Exteriores español.
En una declaración conjunta, los catorce Estados han subrayado que estas medidas “unilaterales no solo violan el Derecho Internacional, sino que también corren el riesgo de agravar la inestabilidad” en la zona. Asimismo, han advertido de que “podrían socavar la implementación del Plan Integral para Gaza en medio de los esfuerzos por avanzar a la fase 2 y perjudicar las perspectivas de paz y seguridad a largo plazo en toda la región”.
Los firmantes reiteran su oposición “clara” a cualquier tentativa de anexión y al refuerzo de la política de asentamientos, entre ellas la aprobación del proyecto E1 y de miles de nuevas viviendas en territorio ocupado.
En el texto, los países afirman: “Instamos a Israel a revertir esta decisión, así como la expansión de los asentamientos, de conformidad con la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
Los catorce gobiernos expresan igualmente su respaldo “firme al derecho de los palestinos a la autodeterminación” y su “compromiso inquebrantable con una paz integral, justa y duradera basada en la solución de dos Estados”.
La declaración concluye defendiendo que “Dos Estados democráticos, Israel y Palestina, deben coexistir en paz y seguridad dentro de fronteras seguras y reconocidas. Reafirmamos que no hay alternativa a una solución negociada de dos Estados”.
Por su parte, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, ha rechazado “enérgicamente” el pronunciamiento de estos países en un comunicado en el que se refiere a Cisjordania como “Judea y Samaria” y en el que sostiene que “los gobiernos extranjeros no restringirán el derecho de los judíos a vivir en la Tierra de Israel”.
“Cualquier petición en ese sentido es moralmente incorrecta y discriminatoria contra” los judíos, ha añadido el jefe de la diplomacia israelí, que ha argumentado que la autorización de los nuevos asentamientos “tiene como objetivo, entre otras cosas, ayudar a abordar las amenazas a la seguridad que enfrenta Israel”.