Ampliación | Fuerzas israelíes interceptan el barco Handala cerca de la costa de Gaza

Archivo - Imagen de archivo del barco 'Handala' Europa Press/Contacto/Celestino Arce Lavin

Este sábado, la embarcación ‘Handala’ perteneciente a la Flotilla de la Libertad fue interceptada por comandos israelíes mientras navegaba a menos de 100 kilómetros de Gaza, con la intención de romper el bloqueo marítimo impuesto por Israel. A bordo se encontraban 21 tripulantes, incluidos los españoles Santiago González Vallejo y Sergio Toribio.

Declaraciones y reacciones internacionales

‘La Coalición de la Flotilla de la Libertad confirma que el barco civil ‘Handala’, que se dirigía a romper el bloqueo ilegal y genocida israelí de los palestinos en Gaza, fue interceptado violentamente por el Ejército israelí en aguas internacionales, aproximadamente a 40 millas náuticas de Gaza’, informó la organización mediante un comunicado.

‘Israel no tiene autoridad legal para detener a civiles internacionales a bordo del Handala. Este no es un asunto interno israelí. Se trata de ciudadanos extranjeros que operan bajo el derecho internacional y en aguas internacionales. Su detención es arbitraria e ilegal y debe cesar de inmediato’, declaró Ann Wright, miembro del comité de dirección de la Flotilla.

Manuel Bompard, coordinador general de La Francia Insumisa, fue uno de los primeros en reportar la intercepción, comunicándose con la tripulación. ‘En violación del derecho internacional, Israel acaba de secuestrar a la tripulación del ‘Handala’ en aguas internacionales’, anunció Bompard, quien también instó a las autoridades francesas a condenar el acto y a luchar por la liberación de la tripulación y contra el genocidio en Gaza.

‘El Ejército israelí está aquí. Tiramos nuestros teléfonos al mar. Nos vemos pronto. Alto al genocidio’, compartió Emma Fourreau en su cuenta de la red social X, según su equipo de comunicación en Francia.

Poco antes del abordaje, el ‘Handala’ había alterado su curso debido a la cercanía de ‘presuntos barcos militares’, lo que llevó a la Flotilla a intentar comunicarse sin éxito con el Ejército israelí para confirmar su identidad, elevando las preocupaciones por la seguridad de los civiles a bordo.

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