Más de 600 colegios electorales repartidos por todo Hong Kong han comenzado a recibir votantes a primera hora de este domingo para escoger a los miembros del Consejo Legislativo hongkonés, en una cita marcada por la ampliación del horario de votación, la llegada temprana de miles de ciudadanos y los llamamientos de las autoridades a acudir cuanto antes para evitar colas al final del día.
En esta convocatoria están llamados a las urnas más de cuatro millones de electores, que podrán votar hasta las 23.30 horas (hora local), tras una extensión del horario que finalmente no ha conllevado el aplazamiento de la jornada. La votación se celebra en un clima de duelo por el trágico incendio registrado a finales de noviembre en un complejo de rascacielos del distrito de Tai Po.
Según los datos del Gobierno regional, un total de 161 aspirantes concurren a estos comicios: 51 candidatos se disputan 20 escaños en diez circunscripciones geográficas; 60 se presentan para 30 puestos en los 28 distritos funcionales; y otros 50 compiten por 40 asientos en la circunscripción del Comité Electoral, configurando una de las elecciones más amplias de los últimos tiempos.
El dispositivo electoral incluye más de 600 colegios ordinarios y 24 centros especiales, además de seis puntos situados en los pasos fronterizos, diez recintos reservados a funcionarios públicos, siete para trabajadores de la Autoridad Hospitalaria, dos para votantes de minorías étnicas y tres centros de extensión en residencias asistenciales, con la meta de garantizar un acceso lo más amplio y ordenado posible.
Pese a que algunos sondeos anticipaban una fuerte caída de la participación, la afluencia ha superado el 15 por ciento en las circunscripciones geográficas, con 627.139 sufragios registrados a las 13.30 horas (hora local). En los distritos funcionales la participación ha alcanzado el 18,6 por ciento y en la circunscripción del Comité Electoral ha rozado el 88,8 por ciento, de acuerdo con cifras difundidas por el medio Hong Kong Free Press.
Desde primera hora de la mañana, las autoridades han insistido en su llamamiento a votar con antelación para evitar largas esperas, especialmente ante la previsión de un repunte de votantes por la noche. El secretario jefe de la Administración de Hong Kong, Eric Chan, ha animado a la población a acudir a los colegios durante la mañana para esquivar las posibles aglomeraciones, señalando que él mismo ha emitido su voto en menos de dos minutos en un centro de Sha Tin.
Chan ha reconocido además que muchos residentes siguen conmocionados por el reciente incendio en Tai Po, pero ha subrayado que la nueva legislatura será determinante para sacar adelante reformas.
El fuego, que se extendió rápidamente por el complejo Wang Fuk Court y ha dejado hasta la fecha más de 150 fallecidos, llevó a plantear la opción de retrasar la votación —la legislación hongkonesa permite posponerla hasta un máximo de 14 días por razones de seguridad—.
No obstante, el jefe del Ejecutivo de Hong Kong, John Lee, ha defendido que la elección de los miembros del Consejo Legislativo debía celebrarse en la fecha prevista, dada la relevancia de estos comicios para la región administrativa especial china, que aspira a preservar la «estabilidad» y afianzar sus reformas.
Analistas consideran que la cita con las urnas funciona en la práctica como una especie de referéndum sobre la gestión del Gobierno hongkonés, que encara un aumento de las críticas y un clima de desafección social en pleno endurecimiento de las medidas de seguridad.
El sistema electoral vuelve a sustentarse en la premisa de que «solo los patriotas» pueden concurrir a los comicios, del mismo modo que ocurrió en las elecciones locales de 2023 con el respaldo del Partido Comunista de China. De esta forma, Pekín busca reforzar su control sobre la antigua colonia británica pese a las denuncias de sectores críticos y de la comunidad internacional, que consideran que se están vulnerando derechos y libertades fundamentales.
Numerosas voces sostienen que este modelo erosiona el principio de «un país, dos sistemas» con el que Pekín asegura regir tanto Hong Kong como Macao. La promesa de mantener un sistema legal propio quedó seriamente dañada tras las masivas protestas contra el Gobierno que sacudieron la región en 2019.
“SOLO PATRIOTAS”
Con este diseño electoral revisado, que reduce al mínimo la presencia de la oposición en la Asamblea, solo los aspirantes considerados «patriotas» por el Gobierno pueden presentarse a unos comicios en los que únicamente 20 diputados son elegidos de forma directa por la ciudadanía, mientras que el resto son designados mediante distintos comités.
Aunque el Ejecutivo ya ha avanzado que desplegará un amplio operativo policial, se ha mostrado confiado en que la jornada transcurra con normalidad y «de acuerdo al orden constitucional». Además, sostiene que la votación contribuirá a una «recuperación más rápida» tras la tragedia y recalca la «responsabilidad» asumida en la investigación del incendio y en la búsqueda de los posibles responsables.
Lee ha adelantado igualmente la puesta en marcha de «reformas sistemáticas» a raíz del incendio y ha pedido actuar «en beneficio del bien común». «Vamos a traducir todas estas lecciones dolorosas para convertirlas en acciones concretas que refuercen la seguridad en la ciudad y la reforma institucional», ha señalado. «Debemos seguir adelante antes de transformar el dolor y el duelo en fortaleza», ha añadido.
Para el Gobierno chino, las nuevas directrices para Hong Kong representan un retorno a la «estabilidad» y una salida al «caos» que, según Pekín, desataron «fuerzas extranjeras» en la región. Sin embargo, activistas hongkoneses denuncian que la mayoría de disidentes están en prisión o se han visto obligados a abandonar el territorio desde que se implantaron estas medidas.
En 2019, en plena oleada de protestas contra la injerencia de Pekín en la autonomía del enclave, los candidatos prodemocracia lograron más de la mitad de los escaños gracias a una participación extraordinaria del 71 por ciento.
Despliegue policial y detenciones
Por ahora, las autoridades locales han justificado el refuerzo de la presencia policial en las calles para prevenir episodios de violencia, protestas y bloqueos. En los últimos días, varias personas han sido detenidas por llamar al boicot o por actos de vandalismo, al considerar que no se trata de una votación verdaderamente democrática.
«Las fuerzas de seguridad mostrarán una tolerancia cero frente a todos los intentos de interferir u obstaculizar las elecciones legislativas», ha advertido el inspector de Policía, Chan Man Hei. «No vamos a escatimar esfuerzos a la hora de realizar investigaciones. Haremos todo lo posible por hacer cumplir la ley para que la población pueda votar en un ambiente seguro y de forma ordenada», ha enfatizado, en línea con la criminalización de la protesta asociada a la ley de seguridad nacional aprobada en 2020.
Contra lo previsto inicialmente, los foros organizados por el Gobierno —espacios de debate en los que los candidatos pueden interactuar con el público— se reanudaron el miércoles, aunque los actos de campaña se han suspendido por completo como muestra de respeto hacia las víctimas del incendio.
Aun así, se teme que la participación vuelva a desplomarse, siguiendo la pauta de anteriores convocatorias: en 2012 fue del 30,2 por ciento, frente al 58,3 por ciento registrado en 2016.
Las autoridades han intentado incentivar la asistencia a las urnas anunciando líneas de autobús específicas para facilitar el desplazamiento de los votantes, pero todo apunta a una elevada abstención en un ambiente marcado por la tragedia reciente.
