Este domingo, una operación aérea israelí ha impactado los puertos de Hodeida, Ras Isa y Salif, así como dos generadoras de energía en Yemen, como respuesta a las hostilidades de las milicias hutíes. Hasta ahora, no se han reportado daños materiales o víctimas.
Desde el Ejército de Israel se ha informado sobre el lanzamiento de ‘más de 50 municiones’ en estas ofensivas, que tienen como objetivo instalaciones usadas por los hutíes ‘para transferir armas al régimen iraní’, aseverando que estas armas se utilizan para ‘llevar a cabo complots terroristas contra el Estado de Israel y sus aliados’.
Las Fuerzas de Defensa de Israel han justificado los ataques como una medida necesaria ante ‘los repetidos ataques del régimen terrorista hutí contra’ Israel y contra la navegación en el mar Rojo.
Durante estos ataques, se ha mencionado el asalto a ‘el Galaxy Leader’, un buque mercante en Ras Isa, utilizado por los hutíes ‘para rastrear embarcaciones en aguas internacionales’ desde su captura en noviembre de 2023. También se ha bombardeado las centrales eléctricas de Hodeida y Ras Qantib, identificadas como ‘importante infraestructura de suministro eléctrico para la actividad militar’ hutí.
El grupo hutí, según el Ejército israelí, ‘actúa como rama central del régimen iraní’ y es ‘un socio de la actividad terrorista iraní en todo el mundo’. Además, reafirmaron su compromiso de ‘seguir actuando y golpeando con contundencia cualquier amenaza contra los ciudadanos del Estado de Israel, a cualquier distancia’.
Israel Katz, ministro de Defensa de Israel, ha confirmado los ataques, que forman parte de la operación Bandera Negra, y ha declarado que ‘cualquiera que intente dañar a Israel será perjudicado, y a cualquiera que levante la mano contra Israel se le cortará la mano’, además de asegurar que ‘los hutíes seguirán pagando un alto precio por sus acciones’.
Finalmente, tras la ofensiva, el portavoz de las FDI ha anunciado la activación de alertas en ‘varias zonas’ de Israel y el lanzamiento de ‘dos misiles desde territorio yemení’. Yahya Sari y Abdulmalik Badredín al Huti, voceros hutíes, han condenado los ataques, calificándolos de apoyados por Estados Unidos y Occidente y una amenaza a la subsistencia yemení, aunque afirmaron que esto ‘no (les) disuadirá de su postura’ en apoyo a Gaza.