En horas de la madrugada de este jueves, las Fuerzas de Defensa de Israel comunicaron que detectaron un proyectil proveniente de Yemen que terminó cayendo «en un área fuera del territorio» israelí. Este anuncio se produce tras las declaraciones de los rebeldes hutíes sobre dos acciones militares en Jerusalén y Haifa.
«Las FDI, apenas unas horas antes, han identificado que un misil fue lanzado desde Yemen a territorio israelí», indicó un portavoz por el canal de Telegram del Ejército, aclarando que el misil no cayó dentro del país y no se activaron alertas de seguridad.
Los hutíes han asumido la responsabilidad del lanzamiento y afirmaron haber dirigido un misil balístico contra el aeropuerto de Ben Gurión. «El misil alcanzó su objetivo, gracias a Dios, ya que los sistemas de interceptación israelíes y estadounidenses no lograron alcanzarlo», declaró Yahya Sari, portavoz de operaciones militares del grupo, aunque Israel lo ha negado.
«El misil causó que millones de sionistas usurpadores huyeran a los refugios y la suspensión de las operaciones en el aeropuerto», continuó Sari, argumentando que el ataque fue en respuesta al «genocidio y el hambre causados por el enemigo sionista en la Franja de Gaza» y la «agresión» israelí en Yemen.
Sari también criticó la «postura cobarde de algunos países árabes e islámicos, junto a la complicidad y la participación de otros», lo que según él, «anima al enemigo a continuar con su brutal plan criminal para reforzar el cerco (a Gaza) y expandir la región», reportó la agencia yemení de noticias SABA, vinculada a los rebeldes.
Finalmente, enfatizó la responsabilidad global diciendo que «todo el mundo tiene una responsabilidad» y subrayó que «el deber no estará cumplido hasta que esto se materialice. Los yemeníes seguirán apoyando a Gaza hasta que la agresión termine y el cerco (a la Franja) sea levantado», concluyó.
Israel había confirmado ya el miércoles el derribo de otro misil procedente de Yemen, en contexto de los continuos ataques que ha sufrido desde el inicio de la ofensiva sobre Gaza tras los eventos del 7 de octubre organizados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas.











