Las autoridades israelíes han acordado este viernes un presupuesto de defensa de 112.000 millones de shekels (unos 30.000 millones de euros) para el ejercicio de 2026, una cifra que se mantiene incluso tras el alto el fuego con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), en el marco de la primera fase de la propuesta de Estados Unidos sobre el futuro de Gaza.
Los ministros de Defensa y Finanzas, Israel Katz y Bezalel Smotrich, han alcanzado finalmente un entendimiento sobre el volumen de esta partida, lo que ha permitido desbloquear las cuentas estatales ya validadas por el Ejecutivo, después de varios choques internos por el nivel de gasto militar. El acuerdo implica un incremento notable frente a los 90.000 millones de shekels (23.900 millones de euros) que se habían planteado en un primer momento.
“En el marco de las conversaciones entre Katz, Smotrich y altos cargos de los Ministerios de Defensa y Finanzas, se ha acordado el marco presupuestario de defensa para el próximo año”, señaló antes la oficina de Katz en un comunicado, en el que se precisa que la cifra se apoya en la “operatividad de unos 40.000 reservistas” y está orientada a “aliviar la carga” de los efectivos en un “contexto de guerra”.
El plan económico global contempla unos 725.000 millones de shekels (192.000 millones de euros) para el conjunto de las cuentas públicas, a repartir en un periodo de tres años. En ese marco, el capítulo de defensa prevé recursos para “fortalecer a las fuerzas de seguridad en Cisjordania para la pavimentación de caminos y la realización de proyectos fronterizos”, según figura en el documento oficial.
“Seguiremos actuando con determinación para reforzar las acciones de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), dar respuesta completa a las necesidades de los combatientes y reducir la carga de los reservistas para garantizar la seguridad del Estado de Israel en todos los frentes”, ha afirmado Katz, recordando que el Gobierno disponía de plazo hasta marzo para sacar adelante los presupuestos y evitar una convocatoria anticipada de elecciones.
Críticas de la oposición al reparto del gasto
El jefe de la oposición, Yair Lapid, ha cargado contra los “presupuestos de la corrupción” y ha denunciado que el Ejecutivo “aumente los impuestos a todos los ciudadanos de Israel” con el objetivo de “cubrir los costes que suponen las acciones de los desertores haredíes”.
“Ni siquiera han considerado recortar en las oficinas guberanmentales o librarse de fondos de coalición que sirven de corruptelas”, ha añadido, al tiempo que ha defendido que esta situación deberá “resolver esto en el próximo gobierno”. “Propondremos un presupuesto que recoja cambios y refleje las prioridades nacionales”, ha asegurado.
El ex primer ministro Naftali Bennett también ha rechazado el acuerdo y lo ha descrito como un “presupuesto de protección para un Gobierno que ha sido extorsionado por los desertores del Ejército”, en alusión igualmente a la comunidad de judíos ortodoxos. “Quieren llevar a la quiebra a aquellos que sí que sirven al Ejército”, ha subrayado.
