El ejecutivo japonés ha desestimado este sábado las alegaciones de China respecto a la primera ministra Sanae Takaichi, acusándola de alterar la postura de Japón sobre Taiwán. Tokio enfatiza la necesidad de mayor diálogo tras recibir una carta de Pekín en la ONU que intensificó las tensiones bilaterales.
Tokio ha tachado de “totalmente infundadas” las acusaciones de Pekín sobre un cambio en su enfoque hacia el estrecho de Taiwán. Maki Kobayashi, vocera del gobierno japonés, durante la cumbre del G-20 en Johannesburgo, ha reiterado la firmeza y coherencia de la postura de su país. “Hemos explicado en repetidas ocasiones a China el sentido de esos comentarios”, afirmó Kobayashi, subrayando el compromiso japonés con el diálogo.
La cumbre del G-20 no facilitó el acercamiento esperado, ya que China rechazó un encuentro entre Takaichi y el primer ministro chino, Li Qiang, aunque ambos coincidieron en la fotografía oficial del evento.
Las tensiones se avivan tras declaraciones de Takaichi sobre una posible intervención militar en Taiwán en caso de un ataque chino, lo que llevó a China a advertir que tomaría medidas de autodefensa contra Japón si interviniera en el estrecho de Taiwán.
En respuesta, el ministro japonés de Defensa, Shinjiro Koizumi, ha asegurado que Japón se mantendrá alerta ante cualquier amenaza, reafirmando que la postura oficial sobre Taiwán sigue siendo la misma y destacó la importancia de fortalecer el poder disuasorio de Japón frente a los desafíos regionales.
