El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, afirmó este martes que Israel no contempla una retirada completa de la Franja de Gaza y aludió a planes para restaurar la presencia de asentamientos en el enclave palestino, en contra de las demandas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de su propuesta sobre el futuro de este territorio.
“Con la ayuda de Dios, cuando llegue el momento estableceremos grupos de pioneros en el norte de Gaza, en el lugar donde estaban los asentamientos evacuados --en el Plan de Desconexión de 2005--”, declaró durante un acto de celebración por la construcción de otras 1.200 viviendas en el asentamiento de Beit El, en Cisjordania.
“Lo haremos de la forma correcta, en el momento adecuado”, añadió Katz. “Estamos en un periodo de soberanía práctica. Hay oportunidades que no existían desde hace mucho”, defendió, antes de insistir en que las autoridades israelíes no se retirarán por completo de la Franja de Gaza, pese a lo recogido en la iniciativa estadounidense.
“Estamos en las profundidades de Gaza y nunca abandonaremos Gaza. No pasará. Estamos allí para defendernos y evitar que lo que pasó pase de nuevo”, subrayó, según el diario israelí “The Times of Israel”, aludiendo a los ataques del 7 de octubre de 2023, que causaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados.
Poco después, la oficina de Katz difundió un comunicado en el que precisó que las manifestaciones del ministro “fueron realizadas únicamente en un contexto de seguridad”. “El Gobierno no tiene intención de establecer un asentamiento en la Franja de Gaza”, recalcó la nota.
“El ministro de Defensa enfatizó el principio central de la protección fronteriza en todos los contextos: las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) son la primera y última línea de defensa para los ciudadanos israelíes y el Estado de Israel depende para su defensa de ellas y de las fuerzas de seguridad”, concluyó el texto.
Estas palabras se producen pocos días después de que el secretario general de la ONU, António Guterres, calificara de “esencial” poner en marcha la segunda fase del plan de Estados Unidos para la Franja y recordara que la primera etapa, activada en octubre tras el acuerdo entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), debe ser “totalmente aplicada”.
Reacción de Hamás y críticas al alto el fuego
Desde Hamás, el movimiento islamista consideró que estas declaraciones representan una nueva evidencia de las intenciones de la “ocupación” de vulnerar el acuerdo de alto el fuego, y reiteró su respaldo al despliegue de fuerzas internacionales que “sirvan de amortiguador” entre el Ejército israelí y la población civil de la Franja de Gaza.
“El papel principal de estas fuerzas debería limitarse a mantener la paz y la estabilidad después de una agresión y a prevenir fricciones, y no interferir en cuestiones de seguridad o desarme”, puntualizó el portavoz de Hamás, Hazem Qassem, en unas declaraciones a la prensa recogidas por el diario “Filastín”.
Qassem remarcó que Hamás ha respetado su parte del acuerdo al entregar a los rehenes vivos y muertos y que está dispuesto a avanzar hacia la segunda fase del pacto, con el objetivo de consolidar el alto el fuego y poner en marcha los planes de reconstrucción y administración de Gaza, “a diferencia de la ocupación, que continúa cometiendo flagrantes violaciones generalizadas”.
El acuerdo alcanzado en octubre incluyó un alto el fuego, en vigor desde el día 10 de ese mes —aunque marcado por bombardeos casi diarios por parte de Israel, que sostiene que dirige sus operaciones contra “terroristas”—, así como la entrega de rehenes vivos y muertos por parte de Hamás, salvo uno cuyo cuerpo aún no ha sido localizado en el enclave.
La segunda fase, todavía pendiente de aplicación, prevé la creación de una autoridad temporal encabezada por Trump, encargada de supervisar la situación, y el despliegue de una fuerza de seguridad internacional en la que participarían varios países, sin que por ahora se conozcan detalles precisos sobre su composición ni sobre aspectos como el calendario y las condiciones de la retirada militar israelí.