La Fiscalía de Francia ha solicitado la celebración de un nuevo juicio contra el expresidente Nicolas Sarkozy por un presunto entramado de manipulación de testigos vinculado al caso por el que ingresó en prisión el pasado mes de octubre, relacionado con los fondos que habría recibido de parte del régimen libio de Muamar Gadafi para financiar su campaña electoral.
Según un comunicado remitido a Europa Press por el Ministerio Público francés, los fiscales reclaman que el exmandatario se siente nuevamente en el banquillo por los delitos de “conspiración para cometer fraude en asociación criminal” y por la supuesta “recepción de bienes robados”.
El escrito incluye también una petición para que se abra juicio contra la esposa de Sarkozy, Carla Bruni, por un presunto delito de conspiración para cometer fraude en asociación criminal, aunque al mismo tiempo se solicita el sobreseimiento parcial de una segunda causa abierta contra ella.
La Fiscalía extiende igualmente su requerimiento a otras nueve personas que habrían participado, según la investigación, en una operación destinada a conseguir que el fallecido empresario Ziad Takieddine se retractara de unas manifestaciones en las que se presentaba inicialmente como intermediario en la entrega de 5 millones de euros del régimen de Gadafi a la campaña presidencial de Sarkozy en 2007.
De acuerdo con el texto, a cambio de una cantidad de 600.000 euros se pretendía que Takieddine modificara su versión primero ante los medios de comunicación y, posteriormente, ante la Justicia mediante una declaración formalizada ante notario.
“Se ha solicitado que las personas aquí señaladas permanezcan bajo supervisión judicial hasta su juicio. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 175 del Código de Procedimiento Penal, corresponde a las partes que lo deseen presentar observaciones y a los jueces de instrucción cerrar la instrucción judicial”, detalla el documento difundido por la Fiscalía.
El antiguo jefe de Estado francés, que ha rechazado de forma reiterada haber cometido delito alguno, fue sentenciado el pasado mes de octubre a cinco años de cárcel por el caso de la financiación libia, aunque solo permaneció 20 días en la prisión parisina de La Santé antes de quedar en libertad.