La Justicia de Hong Kong ha declarado este lunes culpable al activista prodemocracia y magnate de los medios de comunicación Jimmy Lai por los delitos de sedición y conspiración para actuar contra las autoridades, lo que abre la puerta a que pueda ser sentenciado a cadena perpetua.
El fallo, que afecta también al diario 'Apple Daily', llega tras casi dos años de vistas orales y ha generado una fuerte controversia tanto dentro como fuera del territorio. Los magistrados sostienen que Lai y sus cabeceras sirvieron como plataforma para facilitar la “injerencia” de gobiernos extranjeros y “ejercer presión” con el fin de que impusieran sanciones a las autoridades de China y Hong Kong.
El empresario opositor, de 78 años, estaba igualmente acusado de “incitar al odio” contra el poder establecido y permanece en prisión desde su arresto en diciembre de 2020, practicado en aplicación de la polémica ley de seguridad nacional impulsada por Pekín, que tipifica como delito la sedición y la injerencia extranjera en Hong Kong.
Uno de los jueces encargados del proceso ha recalcado que el testimonio de Lai resulta “evasivo” y “poco fiable”, llegando a comparar sus palabras con las de un “estadounidense que instaba a Rusia a derrocar al Gobierno de Estados Unidos”, de acuerdo con la información difundida por el portal HKFP.
En abril de 2021, Lai ya fue sentenciado a 5 años y 9 meses de prisión por fraude y por participar en una manifestación no autorizada, causa que también se saldó con penas de cárcel para otros destacados dirigentes de la oposición.
Con el paso del tiempo, Lai se ha erigido en uno de los principales símbolos de la represión contra la disidencia política en Hong Kong, escenario de las masivas protestas contra el Ejecutivo de Carrie Lam iniciadas en 2019, las mayores movilizaciones desde la transferencia de soberanía de Reino Unido a China en 1997.
Críticas y condenas internacionales al fallo
Tras conocerse el veredicto, la Unión Europea ha advertido sobre la “erosión de la democracia” en la región administrativa especial, donde los opositores son objeto de “persecución política”.
La portavoz de Exteriores comunitaria, Anitta Hipper, ha subrayado que los cargos por los que ha sido declarado culpable Lai contemplan una “condena máxima de cadena perpetua” y ha remarcado la relevancia de “una prensa libre e independiente”, aludiendo al periódico fundado por el propio Lai, el 'Apple Daily', “forzado a cerrar en junio de 2021”.
“Reiteramos nuestro llamamiento a China y a la región administrativa especial de Hong Kong a honrar sus compromisos legales de salvaguardar los derechos y libertades fundamentales”, ha concluido Hipper.
En la misma línea, la organización Human Rights Watch ha denunciado el “giro radical” de las autoridades hongkonesas, “de respetar la libertad de prensa a la hostilidad abierta hacia los medios de comunicación”, que habría desembocado en la “infundada” condena de Lai, por lo que reclama su “liberación inmediata”.
Según la directora para Asia de HRW, Elaine Pearson, esta sentencia “pretende silenciar a todo el que se atreva a criticar al Partido Comunista” Chino.
La ONG pone el foco en las “graves irregularidades” del proceso judicial, como la designación directa de los jueces por parte del Gobierno local, la prolongada prisión preventiva de Lai, la imposibilidad de que eligiera libremente a su abogado defensor o la negativa de acceso a los servicios consulares británicos, dado que el magnate posee también esa nacionalidad.
HRW recuerda que Lai, de 78 años, ha permanecido durante largos periodos en régimen de aislamiento, “una forma de tortura”, y que sufre diabetes. Sus familiares alertan además de problemas cardiacos y signos de deterioro físico.