Este lunes, las fuerzas israelíes han lanzado otro ataque aéreo sobre un edificio residencial en Gaza, justificando la acción desde el viernes con la afirmación de que estas estructuras se utilizan por Hamás para propósitos «terroristas». Aún no se han reportado víctimas a raíz de este bombardeo.
En un comunicado, se mencionó que «terroristas de Hamás instalaron equipamiento para la recopilación de información de Inteligencia, explosivos y puestos de observación en el edificio», y añadió que los implicados «operan en una zona cercana al edificio» para atacar a las fuerzas israelíes en Gaza.
«Las organizaciones terroristas en Gaza violan sistemáticamente el Derecho Internacional y usan cruelmente como escudos humanos las instalaciones civiles y a la población de cara a sus operaciones terroristas», declararon las autoridades, subrayando que «las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) seguirán actuando con fuerza y determinación» contra los grupos armados palestinos.
Además, se destacó que se tomaron medidas para «reducir la posibilidad de dañar a civiles», refiriéndose a una orden de evacuación emitida por el portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichai Adrai, dirigida a los ocupantes del edificio y las áreas adyacentes, ocupadas por palestinos desplazados.
Adrai explicó que la orden de evacuación afectaba a una estructura en la calle Gamal Abdelnaser, advirtiendo que el ataque se debía a la «presencia de infraestructura terrorista de Hamás en su interior o al lado del mismo», enfatizando que era crucial que los residentes «evacuen el edificio y las tiendas adyacentes por su seguridad».
El viernes, el Ejército israelí anunció que efectuaría «ataques de precisión» contra infraestructuras terroristas y que las torres residenciales estaban entre los principales blancos, en respuesta a las acusaciones de Hamás, que critica al Gobierno de Benjamin Netanyahu por usar «mentiras flagrantes» para justificar sus operaciones en Gaza.
Hasta el momento, la ofensiva israelí ha resultado en la muerte de más de 64.500 palestinos y más de 163.000 heridos, según datos de las autoridades de Gaza, controladas por Hamás, en un contexto de condenas internacionales por las acciones del Ejército israelí y una grave hambruna en el enclave debido a restricciones severas en la entrega de ayuda humanitaria.