En un reciente bombardeo aéreo ejecutado por Rusia sobre Kiev, la capital ucraniana, se ha confirmado la muerte de al menos dos personas y más de 20 heridas, incluyendo un menor de 13 años. El asalto ha causado varios incendios en edificios habitacionales y ha dejado partes de la ciudad sin suministro eléctrico.
Según declaraciones del ministro de Exteriores ucraniano, Andri Sibiha, el país ha enfrentado una “noche difícil”, siendo blanco de un intenso ataque que incluyó “decenas de misiles balísticos y de crucero”, además de más de 500 drones. Timur Tkachenko, jefe de la administración militar de Kiev, ha indicado en Telegram que las labores de rescate y mitigación de los daños continúan activas y ha instado a los ciudadanos a no abandonar los refugios hasta nueva orden.
Desde la madrugada, cuando comenzaron a sonar las alarmas por los misiles que impactaron zonas residenciales, las autoridades han urgido a la población a mantenerse a salvo y evitar salir. En el distrito de Sviatoshinski, un hombre perdió la vida debido al ataque. Los misiles y drones no solo han provocado incendios, sino también han destruido fachadas y esparcido escombros en las calles.
Ocho de los heridos, entre ellos el joven de 13 años y una mujer en estado crítico, fueron trasladados a hospitales, mientras que otros recibieron atención en el sitio del incidente. La parte oeste de Kiev se ha visto particularmente afectada al quedarse sin electricidad, con técnicos trabajando para restaurar el servicio.
Tkachenko también ha revelado que la amenaza aérea persiste, con misiles de crucero y drones aún en el espacio aéreo ucraniano. Este nuevo ataque aéreo ocurre tras la dimisión del jefe de la oficina presidencial, Andri Yermak, en medio de investigaciones por corrupción.
Además, Sibiha ha criticado duramente al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, acusándolo de actuar como una “marioneta de Rusia”, especialmente después de su reciente visita a Moscú y los subsiguientes ataques rusos en Ucrania. “Putin simplemente está utilizando a estos políticos como actores de su sangriento espectáculo”, lamentó el ministro.