Este sábado se ha reportado la muerte de al menos dos personas en el sur de Líbano, víctimas de ataques lanzados por las Fuerzas Armadas de Israel, a pesar de la vigencia de un cese al fuego en la frontera entre ambos países.
Uno de los muertos ha sido identificado como Kamel Reda Qarnabash, un joven oriundo de Zautar al Sharqiya. Perdió la vida cuando un dron israelí impactó su automóvil en la calle Ain al Samahiya, según reportes de NNA que cita al Ministerio de Sanidad libanés. Las Fuerzas Armadas de Israel han confirmado este ataque, subrayando que Qarnabash estaba “participaba en intentos de rehabilitar a Hezbolá en la zona”.
Otro dron israelí atacó un vehículo en Wadi Nahle, situado entre Chakra y Majdel Selem, en la región de Bint Yebeil, resultando en una víctima mortal. Los militares israelíes han indicado que el fallecido era “un terrorista de Hezbolá” actuando como representante local del grupo en Kfar Hula, y acusaron al difunto de vincular a la organización con los locales en temas militares y económicos, además de intentar apoderarse de propiedades para fines terroristas.
Además, Israel ha ejecutado varios ataques aéreos contra estructuras de Hezbolá en el sur de Líbano y en el valle de la Beqaa, incluyendo lanzaderas de cohetes y ubicaciones militares con “actividad de operativos terroristas” y arsenales, lo que según ellos viola los acuerdos entre ambos países.
El viernes anterior, otro ataque israelí resultó en una muerte más cerca de Frun, en el mismo sur libanés. A pesar de los reclamos de Beirut y las críticas de Naciones Unidas, Israel sostiene que sus acciones no infringen el cese al fuego ya que, según ellos, se dirigen contra actividades de Hezbolá. El alto el fuego, establecido tras meses de enfrentamientos desde los ataques del 7 de octubre de 2023, incluía la retirada de tropas de ambos lados, pero Israel ha mantenido cinco posiciones en territorio libanés, lo que ha generado críticas tanto de las autoridades libanesas como de Hezbolá.
