Un reciente asalto militar de Rusia en la ciudad de Ternópil, al oeste de Ucrania, ha dejado al menos 16 muertos y 64 heridos, informó la Policía local. Durante la noche, dos edificios residenciales fueron devastados por drones rusos. Las operaciones de rescate están en curso y no se descarta encontrar más víctimas bajo los escombros. Según la Policía, los ataques también han dañado infraestructuras civiles y complejos industriales.
A lo largo del día, diferentes autoridades ucranianas han expresado su consternación por los ataques, incluyendo al ministro del Interior, Igor Klimenko, y al presidente Volodimir Zelenski. “Rusia ha vuelto a atacar ciudades pacíficas en Ucrania. Sus objetivos son viviendas, centros educativos e infraestructuras críticas”, declaró Klimenko, enfatizando que Ternópil está viviendo una situación especialmente difícil.
Zelenski, quien se encontraba en Estambul, reportó que durante la noche anterior, Rusia lanzó más de 470 drones y 48 misiles de varios tipos sobre múltiples zonas de Ucrania. Además de Ternópil, mencionó a Járkov, donde 50 personas sufrieron heridas en ataques nocturnos en varios sectores de la ciudad. “Decenas de personas resultaron heridas, incluyendo niños. El sector energético, el transporte y la infraestructura civil sufrieron daños”, compartió en Telegram. Situaciones parecidas se han reportado en otras regiones occidentales de Ucrania como Ivano-Frankivsk y Leópolis.
Zelenski también citó heridos en Donetsk, Kiev, Nicolaiev, Cherkasi, Chernígov y Dnipro, y criticó que la presión internacional actual sobre Rusia “es insuficiente”, solicitando sanciones más severas y mayor apoyo internacional. “La necesidad primordial son misiles antiaéreos, sistemas adicionales, el fortalecimiento de nuestras capacidades de aviación de combate y la producción de drones para proteger vidas. Rusia debe rendir cuentas por lo que ha hecho, y nosotros debemos concentrarnos en todo aquello que nos fortalece y nos permite derribar misiles, neutralizar drones rusos y detener los ataques”, reclamó.
En respuesta, el Ministerio de Defensa de Rusia justificó los ataques en Ternópil como represalia a los bombardeos ucranianos del día anterior en Vorónezh, donde, según Moscú, Ucrania lanzó cuatro misiles balísticos ATACMS de fabricación estadounidense, interceptados por sus defensas aéreas. Como contramedida, Rusia atacó con drones y misiles la industria militar y energética ucraniana.











