La presidenta Claudia Sheinbaum ha expresado su deseo de que con el nombramiento del nuevo fiscal general en México, se fortalezca la coordinación en materia de seguridad y justicia. Esta declaración llega tras la reciente renuncia de Alejandro Gertz Manero, quien está pendiente de ser reasignado como embajador en un ‘país amigo’.
«La Fiscalía tiene la tarea de investigar los crímenes organizados y delitos federales, además de colaborar con las fiscalías estatales (…) Esta colaboración ya se estaba llevando a cabo, pero con la llegada del nuevo fiscal, esperamos que la coordinación sea aún mayor, lo cual es crucial para mejorar la seguridad en el país», explicó Sheinbaum.
La mandataria también ha mencionado que aunque hubo una buena coordinación con Gertz –«respetamos su gestión», aclaró–, ahora anticipa una colaboración aún más estrecha con la nueva Fiscalía, que será liderada interinamente por Ernestina Godoy, a quien describió como «una mujer extraordinaria» y «honesta».
«Es esencial que haya un compromiso con la nación para progresar en la seguridad y la paz, asegurando cero impunidad, ya sea ante delitos de cuello blanco, delitos comunes o federales», señaló, sugiriendo que Godoy podría ocupar permanentemente el cargo si el Senado así lo decide.
En cuanto al futuro papel de Gertz como embajador, Sheinbaum se reservó los detalles sobre el ‘país amigo’ hasta que se oficialicen las credenciales. «Pronto anunciaremos su nuevo destino», prometió. Durante el anuncio, también expresó su reconocimiento hacia Gertz, aunque no profundizó en los motivos de su reubicación. La renuncia de Gertz, un veterano de 86 años, se produjo entre críticas de la oposición y fue aprobada por el Senado el jueves pasado, en un contexto de tensas relaciones con Sheinbaum, según fuentes cercanas.