El gobierno de Siria y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lideradas por la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG), han declarado este martes un cese de hostilidades “en todos los frentes”, tras alcanzar un acuerdo local previo como resultado de los enfrentamientos del lunes en el norte de Alepo.
El ministro de Defensa de Siria, Marhaf abú Qasra, anunció “un alto el fuego general en todos los frentes y puntos de despliegue militar en el norte y el noreste de Siria” tras reunirse con Mazloum Abdi, líder de las FDS. “La aplicación comenzará de inmediato”, afirmó abú Qasra a través de su cuenta en la plataforma social X.
La cita se produjo luego de que Abdi se reuniera el lunes con el enviado especial de Estados Unidos para Siria, Thomas Barrack, y con Brad Cooper, comandante del Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM), para tratar “un abanico de asuntos destinados a apoyar la integración política de Siria, preservar su integridad territorial y crear un clima seguro para todos los componentes del pueblo sirio”.
Abdi, tras su encuentro con Barrack y Cooper, indicó que también se buscó “garantizar los esfuerzos continuados en la lucha contra Estado Islámico en la región” y resaltó el compromiso “sincero y activo” del presidente estadounidense, Donald Trump, en la solución de la crisis con vistas a “lograr un futuro mejor para Siria y para todos los sirios”.
Previamente, la agencia estatal siria de noticias, SANA, informó que se había llegado a un acuerdo de cese al fuego en Alepo después de enfrentamientos en dos distritos de mayoría kurda, donde al menos un miembro de las fuerzas gubernamentales perdió la vida, y que desembocaron en un renovado intercambio de acusaciones sobre quién inició la violencia.
El Ministerio de Defensa sirio enfatizó el domingo que los recientes movimientos de sus tropas en el norte y noreste del país forman parte de un repliegue planificado y no una nueva ofensiva, reafirmando su compromiso con el acuerdo del 10 de marzo con las FDS, que aún no se ha implementado completamente, lo que ha llevado a tensiones y enfrentamientos esporádicos.
Por su parte, las FDS negaron “categóricamente” las acusaciones de haber atacado zonas residenciales en los barrios de Sheij Maqsud y Ashrafié y declararon que sus combatientes “no han estado presentes en la zona desde su retirada en virtud del acuerdo del 1 de abril”, mientras denunciaban “un férreo asedio humanitario” en esos lugares, incluido el corte de ayuda y el secuestro de “numerosos residentes”.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó ataques de “fuerzas adscritas al Ministerio de Defensa sirio” en ambos barrios, causando importantes daños, aunque no se han confirmado víctimas hasta la fecha.
Finalmente, las FDS reiteraron la urgencia de “un cese de todas las operaciones militares” tras los conflictos recientes liderados por Hayat Tahrir al Sham (HTS) y su líder, Abú Mohamed al Golani, conocido por su ‘nombre de guerra’, que buscaban derrocar al régimen de Al Assad.