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Ampliación | Tailandia y Camboya sellan un alto el fuego inmediato con mediación de la ASEAN

Tailandia y Camboya pactan un alto el fuego inmediato con apoyo de la ASEAN y un amplio paquete de medidas para rebajar la tensión en la frontera.

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Las autoridades de Tailandia y Camboya firman un acuerdo de alto el fuego Europa Press/Contacto/Sun Weitong

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Los Ejecutivos de Tailandia y Camboya han alcanzado un acuerdo de alto el fuego “inmediato”, que entra en vigor este sábado 27 de diciembre a mediodía (hora local), tras suscribir una Declaración Conjunta en la tercera reunión especial del Comité General de Fronteras (GBC, por sus siglas en inglés), celebrada con la mediación de observadores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).

El encuentro ha estado copresidido por el ministro de Defensa camboyano, Tea Seiha, y su homólogo tailandés, Nattaphon Narkphanit, y ha tenido lugar en el paso internacional Prum (provincia de Pailin, Camboya) - Ban Pak Kard (provincia de Chanthaburi, Tailandia).

Durante la reunión, las delegaciones han remarcado la necesidad de encauzar las disputas por vías pacíficas, “en un clima de confianza, buena fe, equidad y respeto mutuo”, en consonancia con la Carta de la ONU, la Carta de la ASEAN y el Tratado de Amistad y Cooperación en el Sudeste Asiático. Al mismo tiempo, han presentado este entendimiento como un avance significativo hacia una etapa renovada de cooperación y estabilidad bilateral.

Ambos gobiernos han reiterado igualmente su compromiso firme de renunciar a cualquier amenaza o empleo de la fuerza, respetar las fronteras internacionales y favorecer la paz, la seguridad y la estabilidad en la región, sobre la base de la soberanía, la igualdad y la integridad territorial de cada Estado.

En coherencia con ello, Bangkok y Nom Pen han confirmado la vigencia y la aplicación “plena y efectiva” del alto el fuego suscrito el 28 de julio de 2025, así como de los acuerdos posteriores y de los entendimientos alcanzados en anteriores reuniones del Comité General de Fronteras, reforzando los mecanismos bilaterales ya existentes.

Finalmente, las dos partes han puesto de relieve su voluntad de reactivar el diálogo y reforzar los acuerdos ya firmados, con la finalidad de “ poner fin a toda forma de hostilidad y de crear una paz verdadera y duradera”, recuperar la normalidad y afianzar la confianza y la estabilidad a lo largo de toda la línea fronteriza.

Medidas para rebajar la tensión en la frontera

El documento conjunto detalla un paquete de medidas destinadas a rebajar la tensión en la frontera común. En esencia, ambas partes se comprometen a evitar cualquier actuación que pueda agravar la situación en la zona limítrofe, incluida la ampliación de infraestructuras militares, y a proteger a la población civil residente en las áreas afectadas.

El primero de los 16 puntos especifica que la interrupción de hostilidades se extiende “a toda clase de armas en todos los casos y en todas las áreas, incluyendo ataques a civiles, objetivos e infraestructuras civiles y bienes militares”.

También se veta el desplazamiento de tropas hacia las posiciones del otro país. Es decir, ambos Estados se obligan a mantener sus fuerzas donde se encuentran actualmente, de forma que “ningún acuerdo de esta declaración (afecte) a los límites fronterizos ni las fronteras internacionales entre los dos países”.

En la misma línea, la Declaración prohíbe incrementar el número de efectivos de cualquiera de las partes a lo largo de toda la frontera entre Camboya y Tailandia, al considerar que “cualquier incremento podría aumentar la tensión y afectar negativamente los esfuerzos a largo plazo para resolver la situación actual”.

Asimismo, el texto impide la difusión de “información falsa o engañosa” con el objetivo de “disminuir la opinión pública negativa y fomentar un ambiente favorable para el diálogo pacífico”, y prevé “mecanismos para la implementación y verificación de (estas) medidas de reducción de tensión”.

Coordinación, comunicación y verificación sobre el terreno

La Declaración Conjunta define además los instrumentos concretos para que las medidas de distensión se apliquen de forma efectiva y puedan ser verificadas in situ.

En este marco, Tailandia y Camboya reconocen el papel esencial del Grupo de Observadores de la ASEAN, cuyo mandato será reforzado para supervisar y garantizar el respeto del alto el fuego y del resto de compromisos asumidos, en colaboración con la presidencia de la ASEAN y el propio equipo de observadores.

Para la gestión cotidiana del acuerdo, las partes se apoyarán en unidades de coordinación fronteriza bilaterales —tanto Camboya-Tailandia como Tailandia-Camboya— encargadas de vigilar el cumplimiento del alto el fuego y de atender incidentes puntuales sobre el terreno para “prevenir malentendidos”, bajo la supervisión y verificación del Equipo de Observadores de la ASEAN (AOT).

Además, se mantendrán canales de comunicación “regulares y directos” entre los Ministerios de Defensa y los cuarteles generales de las Fuerzas Armadas de ambos países, con el propósito de reaccionar con rapidez ante “situaciones urgentes que no puedan resolverse a nivel local”. El texto contempla que representantes de alto nivel de los dos Estados puedan desplazarse a las zonas conflictivas para abordar los problemas de forma directa.

En el plano humanitario, el Grupo de Trabajo Conjunto (JCTF) coordinará con las autoridades locales y con su contraparte del otro país las tareas de desminado en las áreas fronterizas prioritarias previamente definidas, asegurando que estas operaciones se desarrollen según los planes establecidos y sin interferencias.

Por último, ambas delegaciones han pactado mantener una comunicación “fluida y permanente” entre los equipos de prensa oficiales de los dos gobiernos para “prevenir y gestionar la difusión” de desinformación. La meta es garantizar la “exactitud y fiabilidad” de los comunicados oficiales y consolidar un entorno de “confianza mutua” que favorezca la consolidación de la paz.