El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha dictado este martes una pena de 20 años de prisión contra el antiguo comandante de las milicias ‘yanyauid’ Alí Muhamad Alí Abderramán, conocido como ‘Alí Kushayb’, por crímenes contra la humanidad perpetrados hace casi dos décadas en la región sudanesa de Darfur, en el oeste del país africano.
“La Sala de Primera Instancia I del TPI condena a Abderramán a 20 años de prisión, tras el juicio en el que fue declarado culpable de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra cometidos en Darfur, Sudán”, ha indicado el organismo a través de un mensaje publicado en su cuenta en la red social X.
Según ha señalado el TPI, la Sala ha valorado “la gravedad de los crímenes” y “las circunstancias personales” de ‘Alí Khusayb’ a la hora de fijar la pena. También se han tenido en cuenta el “grado de participación”, la “intención” y “el daño causado a las víctimas”.
El tiempo que el condenado lleva privado de libertad desde junio de 2020 se descontará de la pena impuesta. La defensa conserva todavía el derecho a recurrir el fallo en los próximos 30 días.
En octubre, esta misma Sala determinó que Abderramán era responsable de 27 cargos de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, entre ellos violación, tortura y asesinato, en el contexto del conflicto en el que las milicias —embrión de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF)— apoyaron al entonces presidente de Sudán, Omar Hasán al Bashir.
El acusado quedó bajo custodia del TPI en junio de 2020, después de entregarse voluntariamente en República Centroafricana (RCA), cuando afrontaba 31 cargos presuntamente cometidos entre agosto de 2003 y abril de 2004. Desde el inicio del proceso, rechazó las acusaciones y se declaró inocente.
La orden de arresto contra él, emitida en abril de 2007, le relaciona con más de 500 asesinatos, alrededor de una veintena de violaciones y el desplazamiento forzoso de más de 41.000 personas, “sin mencionar los incontables casos de violencia sexual, torturas y saqueos de las que fueron responsables sus hombres”.
El juicio comenzó en abril de 2022 y los alegatos finales se celebraron en diciembre de 2024. Durante la vista oral han comparecido más de 70 testigos y se han incorporado formalmente en torno a 1.860 pruebas documentales y periciales. La Sala permitió que 1.591 víctimas participaran en el procedimiento mediante un equipo de representantes legales.
El tribunal mantiene igualmente la exigencia de entrega del expresidente Omar Hasán al Bashir, depuesto en 2019, para que responda por cargos de crímenes de guerra y genocidio, aunque las autoridades de Sudán todavía no lo han puesto a disposición del TPI. También siguen procesados los exministros del Interior y de Defensa Ahmed Harun y Abderrahim Mohamed Husein.











